Los grabados proceden del Kunsrmuseum Pablo Picasso Munster y ponen de relieve la libertad de trazo y de pensamiento a la hora de abordar los personajes sacros de la Biblia o los profanos de Las almas muertas, narración del ruso Gogol que el ruso Chagall ilustró con tal ironía y sarcasmo, que en algunas imágenes pareciera verse al mismísimo pintor alemán Georges Grosz de entreguerras. Esta es sin duda la serie más interesante y sorpresiva.
Marc Chagall (Vitebsk, 1887 – Saint Paul de Vence, 1985) es un pintor de educación judía, jasidista bieloruso, que iba a empapar su mente y trazo para siempre. El pintor adquirió con el tiempo la nacionalidad francesa, sin perder su amor a la madre patria, como lo hacía constar en sus dedicatorias a clientes rusos. Lo divino y lo humano se imbrican en la mente y obra de Chagall con amplitud de criterio y miras.
El vocabulario icónico del artista está muy marcado por la pareja amorosa de hombre y mujer, el buey, la luna y el sol y la idea de volar, lo que le añade imaginación y fantasía como en los mejores cuentos de la tradición rusa, lo que ha llevado a más uno a considerar en Chagall ese aspecto de ilustrador, casi infantil, que revelan algunas de sus imágenes.