Dos años de Podemos en cinco luces y cinco sombras

Luces

El partido del cambio: Podemos nació para cambiarlo todo, o, al menos, intentarlo. Fue el partido que dinamitó los cimientos de un sistema y obligó al resto a reposicionarse, la formación estrella que en las europeas logró desde la nada cinco eurodiputados con una campaña basada en el espíritu nacido unos años antes en las plazas de toda España y un líder fraguado en las tertulias.

Pablo Iglesias representaba en sí mismo el descontento y aunó a todos los críticos con el sistema: con la corrupción de los políticos, con el desempleo implacable, con los trabajos precarios, con las privatizaciones sanitarias, con la falta de plazas en escuelas... PP y PSOE, acostumbrados hasta entonces a ir alternándose en el poder, se pusieron en guardia. Los ataques fueron descarnados, se les llamó 'frikis', se les acusó de planear derribar las Bolsas, la Unión Europea. Pese a ello, el partido, aún entonces movimiento, consiguió ir consolidándose como alternativa.
El triunfo del municipalismo: Las elecciones del 24-M fueron la primera prueba de fuego. El partido no atravesaba entonces sus mejores momentos y nadie ocultaba que para el objetivo de 'asaltar los cielos' hubiesen preferido no tener que medirse antes en las urnas. Podemos se presentó a las municipales en coalición con otros partidos y movimientos y la estrategia salió rotunda: logró controlar las ciudades clave, Madrid yBarcelona, con sus alcaldesas 'del cambio'. En las autonómicas, se convirtió en llave para el PSOE, partido al que terminaría apoyando enAragón, Extremadura, Castilla-La Mancha, Valencia y Baleares. Podemos interpretó los resultados como un éxito y logró así revitalizar a sus bases.
La metamorfosis de Iglesias: De líder huraño, a líder feliz. La estrategia de Podemos en este tiempo ha girado en buena parte en torno a su secretario general. Pocas veces, el liderazgo de Iglesias se ha puesto en entredicho. El cambio ha sido notable. De un líder huraño, con ceño fruncido, a otro sonriente con la mirada puesta en el horizonte. Esa transformación se reflejó primero en el logotipo del partido, y después, en mítines, platós de televisión y entrevistas.

El propio Iglesias reconocía que se había trasladado una imagen suya que no era la real y advertía también con la retirada si las cosas no funcionaban. Afirmó echar de menos el anonimato y declaró que su intención era estar en política el tiempo justo. Al inicio de campaña se le vio cabizbajo, gris. En el tramo final hacia el 20-D, en cambio, llamó a la remontada y se vino arriba. Le vimos, incluso, llorar desconsolado en los mítines. Aquel Pablo empezó a ser humano...
La reconquista de la calle: En la misma estrategia, los líderes de Podemos han tratado de reconquistar a sus bases,volver a la esencia quincemayista, recuperar el espíritu del cambio. El minuto de oro de Iglesias en el debate a tres resumió la esencia y marcó el nuevo principio.

“Solo quiero pedirles dos cosas: la primera que no olviden, no olviden tarjetas black, no olviden los desahucios, no olviden Púnica, "La segunda cosa que les voy a pedir es que sonrían, que sonrían al 15M, que sonrían a las plazas, que sonrían a los vecinos que paraban desahucios, que sonrían a los que se levantan a las seis de la mañana para trabajar y a los que se levantan a la seis de la mañana y no tienen donde ir a trabajar...”. Pocos hicieron críticas.
La remontada: Las expectativas no eran buenas. De soñar con un primer puesto-las encuestas de meses atrás llegaron a colocar a Podemos como ganador de unas generales-a temer la cuarta plaza, los momentos más críticos del partido llegaron precisamente en el tramo clave. Otra formación, Ciudadanos, atravesaba momentos de gloria, el PP había conseguido amortiguar la caída, y el PSOE se recuperaba en cada sondeo. La campaña, diseñada en torno a la emoción, logró cumplir con el objetivo: la remontada. El partido acabó tercero, a escasa distancia del PSOE y en una posición clave. La formación hace valer sus posiciones sabiéndose llave para que Sánchez llegue al poder.

Sombras

Las bases críticas: En este tiempo, la fractura entre “las dos alas” de Podemos se ha ido haciendo más visible. Las primarias para elegir a los candidatos electorales marcaron el punto culmen en la brecha entre la dirección y el sector crítico. El control férreo del núcleo duro, el discutido proceso de elección por listas 'plancha' y la escasa participación de las bases en cuestiones decisivas convirtieron a Podemos en un partido al uso.- Igual que aquellos a los que había criticado.
El programa moderado: De renta para todos, a renta para algunos. De nacionalizaciones como medida estrella, a sólo “en ocasiones extraordinarias”, de posible impago de la deuda a reestructuraciones... Podemos es, hoy, un Podemos descafeinado, desligado de aquellas medidas que le llevaron al triunfo en las elecciones europeas.

La estrategia de la “centralidad” llevó al partido a moderar sus propuestas más controvertidas. La táctica parece haberle dado buenos réditos electorales, aunque ha provocado un hondo malestar de nuevo entre los simpatizantes. No son pocos los que reclaman la apertura de un proceso de refundación para volver a los orígenes.
La lucha por el descontento: La bandera del descontento ha sidomotivo de disputa. La irrupción de Ciudadanos tras las elecciones de mayo inquietó a los de Iglesias. El partido de Rivera canalizó el descontento más moderado, el de los críticos con el sistema que querían el cambio, perono la ruptura. La formación 'morada' se puso en guardia. La estrategia fue llevarles a la derecha, y equipararles al PP. Ciudadanos era el partido del Ibex 35. El descontento está, desde entonces, dividido.
Monedero y otras polémicas: A las simpatías con Venezuela, y la presunta financiación de Irán, se le unieron otras polémicas. El caso Monedero, las supuestas irregularidades fiscales del exnúmero tres y fundador, ha sido hasta ahora el más crítico para el partido. En Podemos no se ocultó que el asunto les había hecho daño. El politólogo dimitió poco después dejando un mensaje claro a la dirección: el partido estaba más preocupado por la televisión que por sus círculos. El tiempo suavizó las relaciones, y Monedero reapareció en campaña para, precisamente,ganarse de nuevo a las bases.
Los nuevos socios: En el éxito electoral de Podemoshan jugado un papel clave sus socios territoriales. Las confluencias en Cataluña, Valencia y Galicia lograron 27 de los 69 diputados que a partir de ahora se sentarán en el Congreso. El tirón de Colau y el arrastre de las Mareas plantea nuevos desafíos para el partido. La formación trata de mantener el difícil equilibrio con sus socios, en guardia por el veto a disponer de grupo propio. No disponer de su apoyo puede comprometer el futuro.

FUENTE: LAINFORMACION.COM - Luz Sela - 18 de enero del 2016