Se elegirá al nuevo presidente de la república
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El presidente Correa aspira a ser elegido en las próxiimas elecciones generales juanto a 5,963 cargos políticos más |
Rafael Correa pone en juego la presidencia para intentar profundizar su revolución en Ecuador
El consejo electoral de Ecuador convoca elecciones generales para abril
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Quito.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, tras lograr la aprobación de una nueva Constitución para el país, tiene ante sí el reto de profundizar su "revolución ciudadana", con el horizonte en un "socialismo del siglo XXI", en las elecciones presidenciales y generales que tendrán lugar el 26 de abril de 2009.
Correa, un economista de izquierda que goza de un amplio apoyo popular, no visto en los últimos 30 años, desde el retorno de Ecuador a la democracia, sólo espera que su movimiento, Alianza País, lo ratifique para presentarse a los comicios.
Con el nuevo marco constitucional de corte socialista, impulsado por él, Correa quiere en los próximos comicios enterrar definitivamente a la partidocracia, es decir a los grupos tradicionales que considera de derecha y a los que ha derrotado en elecciones desde 2006.
Sin embargo, y pese a que en la oposición no han surgido figuras que aparentemente lo intimiden, o quizá precisamente por eso, el ex presidente Lucio Gutiérrez ha pedido a todos los partidos que se unan en un solo frente para frenar a Correa.
Gutiérrez, junto al alcalde socialcristiano de Guayaquil, Jaime Nebot, son las cabezas visibles de la oposición y, aunque no han tenido acercamientos oficiales, Alianza País cree que se han coaligado para enfrentarse a su proyecto.
No obstante, el oficialismo se respalda en la popularidad de Correa, que seguramente será la carta más fuerte de la izquierda en los comicios de abril.
Y es que la popularidad de Correa, según varios sondeos, ronda el 70 por ciento, índice que se mantiene desde que venciera en las elecciones de noviembre de 2006, que le llevaron al sillón presidencial en enero de 2007.
Luego Correa venció por amplio margen en el plebiscito de abril de 2007, cuando el pueblo aprobó la instalación de la Asamblea Constituyente de plenos poderes para redactar la nueva Carta Política del Estado.
Con su imagen como telón de fondo, Alianza País también ganó las elecciones de asambleístas, en septiembre de 2007, cuando obtuvo 80 de los 130 escaños posibles.
Un año más tarde, el 28 de septiembre de 2008, en el referendo para aprobar la nueva Constitución, Correa se alzó con otra victoria aplastante, con casi el 64 por ciento de los votos, aunque la oposición logró mantener una ligera ventaja en su bastión de Guayaquil.
Por eso, las próximas elecciones son fundamentales para el oficialismo, que intentará dar continuidad a su proyecto de "socialismo del siglo XXI" y para enterrar, también, lo que Correa llama la "larga y triste noche neoliberal".
Esa propuesta también la llevan adelante los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, aliados y amigos de Correa en el "cambio de época" que empujan en Sudamérica.
Si Correa vence en los próximos comicios, despejará todas las vías para emprender las reformas que plantea en su constitución, aunque, internamente, su aplicación debe afrontar la oposición de viejos aliados de la izquierda, que se oponen a algunos aspectos de su propuesta.
Sobre todo, grupos de indígenas y ambientalistas que se oponen a las políticas mineras a gran escala, por temer que éstas puedan afectar la ecología y beneficiar, exclusivamente, a grandes trasnacionales.
Correa descarta esas amenazas y asegura que la minería, además de la extracción de crudo, puede ser una puerta para lograr el desarrollo y llevar adelante una "revolución pacífica" en su país.
El gobernante, que también se declara bolivariano, asegura que la integración es una salida que tiene la región para romper con la dependencia económica de los organismos multilaterales de crédito y de Estados Unidos.
Para Correa, la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), en construcción, debe dar paso a la creación del Banco del Sur y de un Fondo de Reservas regional.
Tampoco descarta ir a una integración monetaria, que partiría de una unidad de cuenta común, como paso previo a la creación de una especie regional, que se podría llamar "Sucre", nombre de la antigua moneda ecuatoriana, que desapareció en 2000, cuando el Gobierno de Ecuador adoptó el dólar.