Wu Meng, de 28 años, señaló a los patrulleros que fue engañado por el hombre que se los vendió y sostuvo que demandará al vendedor, quien le habría asegurado que eran de una especie “rara” de Akita.
Según el Daily Mail, el sujeto dijo sentirse agraviado cuando un veterinario comprobó que los animales eran cachorros de osos y no de perros como aseguraba Meng. Además de los 22 cachorros, los agentes también encontraron un oso muerto escondido en el maletero. El descubrimiento confirmó a la policía que el sospechoso era un contrabandista.
El hombre finalmente confesó que transportaría los osos a una provincia vecina. Los animales fueron llevados a un zoológico, donde están siendo tratados. La policía cree que los iban a matar y algunas partes de sus cuerpos iban a ser usadas en la práctica de la medicina china.