La obra de Alejandro Aguilar Soria (Madrid, 1962), licenciado en Bellas Artes, tiene un rico registro que va desde la pintura al óleo a la poesía visual, donde ha sido altamente reconocido, además del dibujo y el grabado. Tiene buena cocina y le gusta la experimentación en el arte con las nuevas tecnologías y la docencia la ejerce como disciplina en la que acaba disfrutando. Actualmente es vicepresidente de la Asociación Española de Pintores y Escultores, AEPE.
En su pintura se aprecia su gusto por los pictogramas que devienen símbolos y se acaban manifestando como icono clave de su figuración suelta e imaginativa, donde con frecuencia se hace presente el mundo de los marcianos y otros personajes de claras raíces en el cómic, donde reina la ironía. El farol es uno de los iconos más presentes en su pintura como catalizador y difusor de la luz; en algunos casos el farol cobra el protagonismo único del cuadro.
Entusiasta del color –su abuelo era profesor del color en Bellas Artes.- la pintura de Aguilar Soria se alimenta de colores fríos y calientes a partes iguales en una composición que van desde el gran formato, hasta tres metros hasta el pequeño formato. Le gusta el formato cuadrado y los tondos, algunos de los cuales figuran en su última serie Cuadros estelares aún no expuestos.
Otras series pictóricas de Aguilar Soria son Píxeles, Juegos… Damas nobles es una serie de cien piezas de pequeño formato, a modo de cajas cornelianas en la que Aguilar Soria juega con viejos iconos de la historia de la pintura que él manipula con objetos y transforma en damas singulares con alusiones irónica o humorísticas llenas de ingenio. La serie fue muy bien acogida y se vendió prácticamente entera.
La poesía visual es un campo en el que el autor se recrea, sabe que tiene un gran alcance y buen recorrido entre el público. Es una excusa con el material de las imágenes en las que se apoya la labor creativa.