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Cómo se puso en marcha y cómo se desarrolló el ‘asunto Amy Martin’

Amy Martin
Amy Martin

'El Mundo', que tenía el dossier desde hacía meses, lanzó la historia contra el PSOE y la Fundación Ideas en el momento de máxima expansión del 'escándalo Bárcenas'

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h

Un viejo dossier, facturas falsas, una rocambolesca historia de amor entre personajes complejos y egocéntricos, engaños, una visión en la que se mezclan lo real y lo ficticio, una novela a punto de salir… Toda una serie de elementos se mezclan en esta historia que, aunque era conocida hace meses, no saltó hasta que llegó el momento adecuado políticamente, cuando convenía diluir un escándalo, el caso Bárcenas, en un tópico ahora muy extendido: ‘corrupción y políticos corruptos hay en todos los partidos’.

Llega el primer aviso al PSOE: hay un dossier contra ellos en marcha
La historia comenzó así. El domingo por la noche en el PSOE reciben un aviso… El diario ‘El Mundo’, que ha hecho estallar el asunto Bárcenas y la posible existencia de sobresueldos en la dirección del PP el viernes, va a publicar en la edición del día siguiente una historia de corruptelas que, les advierten, les afecta esta vez a ellos. En concreto a la Fundación Ideas, la organización que había fundado José Luis Rodríguez Zapatero para nutrir de proyectos y contenidos programáticos al partido y al frente de la cual había colocado a uno de sus grandes apoyos en su ascenso al poder en el partido y en el camino a La Moncloa, Jesús Caldera.

La dirección socialista se pone de inmediato en contacto con el gerente de la Fundación, Carlos Mulas. Quieren saber por dónde pueden venir los ataques y prepararse para parar el golpe.  Pero a Mulas lo encuentran en una difícil situación personal. Está enterrando a su padrino. Un hombre que, en realidad, para él es mucho más parecido a la figura de un verdadero padre y ha sido quien le ha criado. Ante esta situación, quien habla con Mulas, la vicesecretaria general, Elena Valenciano, apenas si pasa de ponerle al tanto de lo que saben y quedan para hablar más a fondo el día siguiente.

Aparece Story Line Projects
En efecto, ese lunes hay una reunión del Patronato de la Fundación. Ya ha sido publicada la noticia en ‘El Mundo’, en la que se cuenta que empresas de personas cercanas o afines a dirigentes socialistas han cobrado 600.000 euros de ‘Ideas’. Tras la sesión, Elena Valenciano, que tiene buena relación personal con Carlos Mulas, le pide detalles sobre algunos puntos obscuros en la información que ha publicado el diario. En especial hay algo que quieren aclarar, la relación con una empresa que aparece en la información y que, al contrario que las demás citadas, no da un servicio claro a la Fundación: Story Line Projects.

En ese momento, aunque aún no ha sido publicado en el periódico, en la dirección socialista tienen más información de lo que prepara el diario que dirige Pedro J. Ramírez. Con lo que cuenta ‘El Mundo’, les han dicho, es con un dossier que supuestamente han preparado algunos antiguos trabajadores de ‘Ideas’ afectados por el ERE que meses atrás ha llevado a cabo la fundación. Lo que les dicen es que ‘El Mundo’, ante la información de poco peso que hay en la denuncia, ha mantenido ‘durmiendo’ el dossier, pero ha decidido ponerlo ahora en marcha.

Al día siguiente, en efecto, con foto de Rubalcaba en portada, y señalando a Elena Valenciano en el texto, para dar más peso a su denuncia, ‘El Mundo’ hace competir la noticia con nuevas revelaciones del ‘caso Bárcenas’ y la supuesta caja B del PP. Una historia y otra compitiendo en igualdad de condiciones, con la misma relevancia.

El oscuro caso de Amy Martin
Pero en el PSOE saben que hay más. Que a la espera, para ser publicada en una segunda ‘oleada’, queda la denuncia de la verdadera irregularidad que contiene el dossier: el caso de Amy Martin, un personaje ‘oscuro’ que cobra a través de la empresa Story Line.

La dirección socialista advertida de nuevo de lo que viene, averigua la existencia de pagos no aclarados a una tal Amy Martin que ha cobrado 60.000 euros por una serie de artículos ¿El problema? Todo indica que la tal Amy Martin es un ‘personaje’, un seudónimo detrás del que se esconde alguien que no se sabe quién es, pero que parece salpicar de lleno al propio gerente, Carlos Mulas.

Las últimas facturas que ha pasado Martin corresponden al año 2011 -40.000 euros están facturados en 2010, y 20.000 euros más en 2011, años en los que la actual dirección no tenía ninguna responsabilidad en la gestión de Ideas-, y piden a Mulas detalles. El gerente de la Fundación intenta tranquilizar a Valenciano en su conversación del lunes y, ante la petición que ésta le hace de curriculums e historial profesional, le asegura que no sólo Amy Martin es una persona real, sino que en las horas siguientes van a llegar a la dirección socialista certificados de otras organizaciones para quienes trabaja Martin, y otro de la agente literaria que la representa.

Amy sabe del cine en Nigeria, lo mismo que de las agencias de rating
El martes, sin embargo, transcurre sin que los certificados lleguen, y Mulas además ‘desaparece’. Valenciano, después de intentarlo infructuosamente durante horas, logra por fin hablar con él de nuevo a la 1 de la madrugada. El aún gerente de ‘Ideas’ acaba de aterrizar en Nueva York. Sigue negando cualquier irregularidad y promete a la vicesecretaria general socialista que le va a preparar un informe que tendrá a primera hora del miércoles.

En efecto, a las 7 de la mañana el informe está en el buzón de correo electrónico de Elena Valenciano. En él, Mulas insiste aún en su versión. También a esa hora está ya en las calles la edición de El Mundo en el que se duda de la existencia de la tal Amy Martin y se ironiza sobre su versatilidad a la hora de tratar temas tan dispares como el cine en Nigeria, o una valoración de las agencias de rating financiero.

“Ya sabes que no es verdad que exista Amy Martin”
Pero pasan las horas y lo que no llegan son los certificados que demuestren no sólo la existencia, sino la autoría de Amy Martin de los artículos por los que ha cobrado esas decenas de miles de euros. Las facturas además indican que los trabajos han sido pagados muy por encima del precio de mercado, aunque Mulas intenta justificar el precio en el hecho de que los artículos se entregan en versiones en español e inglés. Además, como sarcásticamente señala El Mundo, en Ferraz resulta increíble que la misma persona pueda escribir como experta sobre temas tan dispares como los apuntados y otros de contenidos muy diversos. Advierten a Mulas, en ese momento, que no van a seguir esperando, y que van a anunciar su caída.

El PSOE inicia entonces una investigación propia. Entre las gestiones que ponen en marcha, una que resulta definitiva. Llaman a la agente literaria que Mulas les ha dicho que les pasará el certificado de la existencia de Amy Martin. La representante, que confunde a la persona con la que está hablando, convencida de que al otro lado del teléfono está alguien de la confianza de Mulas, acaba por confesar que “no puedo hacer ese certificado, sería ilegal, porque ya sabes que no es verdad que exista Amy Martin”.

No la delata, porque no quiere perderla
Puestos de nuevo en contacto con Mulas, ante la evidencia éste por fin empieza a reconocer una nueva versión de los hechos. Cuenta por teléfono, desde Estados Unidos, que Amy Martin es una antigua compañera de su mujer, y que es a esa persona a quien ha estado convencido de que compraba esos artículos… hasta un año antes, cuando, confiesa por fin Mulas, descubrió la verdad: Amy Martin no es sino Irene Zoe Alameda, su mujer. Entonces, asegura, se acabaron las colaboraciones.

¿Por qué no descubre a su jefe directo, Jesús Caldera, o a la dirección del PSOE lo que ha pasado en realidad? Mulas intenta explicar que no se atrevió a hacerlo. No quería perjudicar a su mujer, se excusa. Él no lo dice así, pero la sensación que tienen en el PSOE es que teme perder la relación con ella, aunque supuestamente la pareja ya ha roto cualquier relación sentimental. Incluso, aunque no pueden asegurarlo, piensan que el propio Mulas, economista, es el autor de algunos de los artículos; aquellos que contienen análisis financieros y económicos.

¿Mulas se ha jugado su futuro…
En las horas siguientes Elena Valenciano aparece anunciando el cese de Mulas, la exigencia de la devolución de los pagos hechos a ‘Amy Martin’ y anuncia que el PSOE comienza un proceso de investigación de todas las  cuentas de la Fundación Ideas que ha gestionado Carlos Mulas. Un trabajo que va a prolongarse durante todo el próximo fin de semana y que debiera dar lugar a un informe el próximo lunes.

En el PSOE el estallido del escándalo en la Fundación les pilla por sorpresa. Una de las obsesiones de la dirección socialista actual es prevenir cualquier corruptela económica, y este escándalo les produce perplejidad, no sólo por lo que sucede, sino también por quien lo protagoniza, Carlos Mulas. Alguien que definen como “inteligente”, “trabajador”, “solvente”… y con “norme futuro político y profesional”. El gerente era hasta ahora, en efecto, un economista de creciente prestigio. Además de su cargo en la Fundación ocupa aún un cargo de prestigio en el Fondo Monetario Internacional (FMI), como uno de los dos coordinadores de los grupos de trabajo que, dependientes de la propia Christine Lagarde, analiza la situación de los países del sur de Europa. Su futuro a partir de ahora es, cuando menos, complicado.

… Amy se ha hecho con un futuro?
Para ‘Amy Martin’.., o sea, para Irene Zoe Alameda, la situación es muy diferente. Exprofesora universitaria, cantante, actriz, realizadora, escritora…, esta mujer que asume como un experimento el juego de las dobles personalidades, este jueves hacía público un comunicado en el que intentaba asumir toda responsabilidad sobre los hechos y pretendía hacer creer que su expareja en realidad no había sabido nada de ‘la verdad sobre Amy’ hasta hace unas horas. Para ella el escándalo quizás no resulte tan perjudicial. Para empezar acaba de convertirse en un personaje en el centro del foco de los medios. Y esto justo unas semanas antes de que aparezca una novela cuyo título, en su ‘nota aclaratoria’, cita cuando menos tantas veces como a su pareja.

Mientras, la dirección del PSOE, cuya dirección se siente víctima de un engaño, se empeña en subrayar a todos los periodistas lo que les parece una evidencia: “nada tiene que ver esto con el escándalo de Bárcenas y los sobresueldos del PP; aquí no hay dinero negro, aquí no hay malversación, los artículos pueden estar sobrepagados, pero existen; y la reacción ha sido de inmediata destitución del responsable”. El golpe, sin embargo, se ha acusado, porque permite a algunos medios conservadores y ultraconservadores ‘dar al ventilador’, independientemente de que, como dice a este periódico un alto dirigente socialista: “este caso y el de Bárcenas son tan comparables en gravedad y trascendencia como si alguien te dice ‘he perdido a mi padre’ y tu le respondes, yo he perdido mi bolígrafo”.

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Fuente: ElPlural.com - F. MEDINA | 24/01/2013

 

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