Botella está convencida de que González filtró su viaje a Lisboa

Si Mariano Rajoy confiaba en que la dimisión de Esperanza Aguirre como presidenta de la Comunidad de Madrid le traería calma interna, a estas alturas ya sabe que no es así. En primer lugar porque en contra de lo anunciado por la propia Aguirre de que dejaba totalmente la política, incluída la presidencia del PP madrileño porque no le gustan “las bicefalias”, ésta ha decidido permanecer al frente del partido para proteger a su heredero en el gobierno madrileño, Ignacio González, que nunca gustó ni en Moncloa ni en Génova.

Actores de ‘primera’
Esperanza Aguirre le disputó el liderazgo a Mariano Rajoy en el congreso de Valencia y perdió. Ha dejado la presidencia de la Comunidad de Madrid, pero sus últimas declaraciones públicas demuestran que no ha hecho las paces con el presidente de su partido y del Gobierno. En esta batalla tenemos al mismísimo presidente del Gobierno, al presidente de la Comunidad de Madrid (buque insignia autonómico del PP),  a la alcaldesa de Madrid (esposa de Aznar, al frente de la capital de España) y a la número dos del PP, Dolores de Cospedal, también presidenta de Castilla La Mancha. Casi nada.

Control del partido
Al irse Aguirre se desataron todos los movimientos para controlar el PP de Madrid. Y la primera bomba la soltó Ana Botella, quien dijo  que al presidente del PP en Madrid se le tenía que elegir en un congreso del partido, lo que traducido significa que no acepta que Aguirre nombre herederos en todas partes y no quería a Ignacio González al frente del PP madrileño. La declaración de Botella fue estruendosa, no solo porque se trataba de la alcaldesa de Madrid, sino porque era la primera vez que la mujer de Aznar entraba en asuntos “internos”. Quedaba claro que Botella no quiere a Ignacio González. Y es sabido que Rajoy tampoco, aunque el presidente del Gobierno no quiere ni oír hablar de líos de partido. Por eso en Moncloa sentó como una provocación en toda regla que Ignacio González impusiera el euro por receta, y por eso el propio Rajoy le desautorizó públicamente. Esperanza Aguirre salió de nuevo en defensa de su heredero enviándole un recadito a Rajoy, el presidente del Gobierno dijo que no subiría el IVA y lo subió, recordó.

Guerra sucia
Luego vino la guerra sucia a raíz de la tragedia del Madrid Arena. El ayuntamiento intentó derivar responsabilidades al gobierno regional, y al respuesta fue furibunda: toda la responsabilidad del ayuntamiento e Ignacio González exigió que se depuraran responsabilidades mientras Esperanza Aguirre pidió que se llegara hasta el final “caiga quien caiga”. El primer problema político serio de Ana Botella no vino desde la oposición, sino de su propio partido.

Según ha podido saber ELPLURAL.COM, Ana Botella y sus colaboradores más cercanos están absolutamente convencidos de que fue el “entorno” de Ignacio González desde donde se filtró a El Mundo que después de la tragedia del Madrid Arena la alcaldesa se fue a un Spa de lujo en Portugal. El viaje, con idas y venidas a Madrid mientras aumentaban las víctimas mortales, es un error político de primera magnitud y una falta de sensibilidad inexplicable. Y su filtración a un periódico una puñalada en el hígado.

La respuesta de Ana Botella
Lejos de arredrarse, Ana Botella contraatacó de una forma inesperada y brutal: se fue al hospital de La Princesa (oficialmente acompañaba a un amigo a urgencias), y firmó a favor de la reclamación de los trabajadores contra los planes del Gobierno de la Comunidad. Un bombazo.

La reacción del presidente madrileño fue de desprecio, de un desprecio que hasta ahora los populares solo dedicaban al PSOE. Según Ignacio González Ana Botella “no se ha enterado” de lo que ocurre en el hospital de La Princesa. Y hurgó en la herida al añadir que entendía que no conociera lo que pasaba en el centro sanitario al estar ocupada y preocupada con la crisis del Madrid Arena.

Rumores: Esperanza quiere ser alcaldesa, Botella presidenta y Lucía Figar, en la reserva
Y los rumores se han desatado, los hay de todo tipo y para todos los gustos. En los últimos días gente del PP dice que Esperanza Aguirre quiere ser alcaldesa de Madrid, que en su día se lo propuso a Rajoy y que éste no la dejó. Otros dicen que Ana Botella quiere ser la presidenta de la Comunidad, otros  que la ‘tapada’ es Lucía Figar, muy bien vista por Rajoy. Finalmente otros apuestan a que Ignacio González resistirá mientras Aguirre no ha renunciado ser la ‘lideresa nacional’ del PP y suceder a Rajoy en Génova y en Moncloa.  Y sobrevolando todo esto está Dolores de Cospedal, numero dos del PP, quien tiene que demostrar que es capaz de poner orden y que además quiere controlar a quien lidere el PP madrileño para aumentar su poder interno. Lo único cierto es que la batalla de Madrid es de las que hacen época.