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Cinco periodistas han sido asesinados en Colombia en lo que va de año
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La Federación de Periodistas condena el quinto asesinato de un informador en Colombia en 2009
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Bruselas.- La Federación Internacional de Periodistas (FIP) condenó "con toda firmeza" el "frío" asesinato de Diego Rojas Velásquez, reportero y camarógrafo de la cadena Supía TV, y subrayó que se trata del quinto asesinato de un periodista que se produce en Colombia este año.
Diego Rojas Velásquez, reportero y camarógrafo de la cadena Supía TV, murió este miércoles a balazos tras recibir una cita para cubrir una noticia, en el municipio de Caramanta, en Antioquía, situado en el departamento colombiano de Caldas. Rojas fue acribillado ayer a balazos tras recibir una cita para cubrir una noticia, en el municipio de Caramanta, en Antioquía, situado en el departamento colombiano de Caldas, recordó la FIP en un comunicado.
Para el presidente de la Federación Colombiana de Periodistas (FECOLPER) y vicepresidente de la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC), Eduardo Márquez, esta "nueva muerte vil" muestra "el trecho que nos queda por recorrer, hasta que los trabajadores de la información puedan ejercer su oficio seguros y sin que sus vidas estén en peligro".
Desde la oficina del Centro de Solidaridad de la FIP en Bogotá (CESO-FIP), que dirige Márquez, señalan la "multiplicidad de las amenazas" que pesan contra los periodistas colombianos, que incluye a grupos armados y paramilitares, delincuentes y traficantes de droga, pero también a "determinados miembros de la fuerza pública, funcionarios y ex funcionarios".
"El trabajo de CESO-FIP ha contribuido a mejorar la seguridad de los periodistas en aquel país", declaró el secretario general adjunto de la FIP, Paco Audije.
Sin embargo, subrayó que "sigue habiendo ataques y asesinatos que nos alertan sobre el nivel de impunidad existente".
"Las autoridades tienen que tenerlo en cuenta cada vez que pedimos protección para nuestros colegas" en Colombia, concluyó.
Tanto la FIP como la FEPALC exigieron una investigación "auténtica y lo más rápida posible", para que "este execrable crimen" no quede impune y sus autores materiales e intelectuales sean identificados, procesados y castigados.