América espera por otra sorpresa

Todo comenzó el viernes, cuando en el partido inaugural, el local, Argentina y su combinado de estrellas, recibía en la ciudad de La Plata, a Bolivia. Los dueños de casa mostraron poco fútbol y recibieron un gol de taquito.

Con muy poquito de Lionel Messi y Carlos Tevez como el gran generador de fútbol, Argentina intentó atacar, pero la visita no fue menos y en varias ocasiones tuvo el segundo gol en puerta. Definió mal, desperdició oportunidades, y vio las consecuencias cuando ingresaron Ángel Di Maria, imparable por las bandas,  y el Kun Agüero, autor del tanto del empate sobre el final.

Algo similar sucedió el domingo, con Venezuela, quien obtuvo otro meritorio empate, solo que sin goles, ante otro de los poderosos de América, Brasil, que por momentos falló en la defensa y al que no le funcionó para nada el tridente ofensivo compuesto por Pato, Neymar y Robinho, a pesar de que este último trató de bajar y hacerse del balón para que le llegara a Neymar, cosa que Ganso no era capaz de hacer.

Ecuador, otro de los olvidados o normalmente llamados “débiles”, empató ante Paraguay, también sin goles, en un fin de semana plagado de pocos gritos de euforia en el continente. Le costó definir, pero no hay que descartarlo como uno de los que pueda llegar lejos en el torneo.

Este lunes, otro de los poderosos, Uruguay, se enfrenta a otro de los comúnmente denominados “débiles”: Perú.

Los Celestes ponen toda la carne en el asador  y se espera ver de los pies de Forlán, Cavani y Suárez, un poco más de lo que Messi, Neymar, Ganso y Antonio Valencia dejaron pendiente en las tres primeras jornadas.

Pero del otro lado está Sergio Markarian como entrenador y si bien no ha sido favorecido por las lesiones, sabido es que sus equipos siempre acaban jugando un fútbol vistoso y organizado.

Lo cierto es que no hay que dar a nadie por eliminado a primera vista y menos en un torneo de la talla de la Copa América, el torneo de selecciones más antiguo del mundo.