Inmigrantes sin papeles piden en Madrid que se paren los controles "masivos"

Convocados a un acto por la Asociación de Sin Papeles de Madrid y la Red de Apoyo del Ferrocarril Clandestino, decenas de personas, en su mayoría africanos y algún latinoamericano, se reunieron hoy en la Plaza de Lavapiés, una céntrica zona de la capital de España en la que residen un alto número de inmigrantes.

En rueda de prensa, las asociaciones denunciaron los "abusos policiales y malos tratos" en esos controles de identidad. También protestaron por las "órdenes" que reciben los policías "para llevar un número determinado de personas detenidas a comisaría, un cupo".

Hace unos meses salió a la luz una nota interna de una comisaría de Policía de Madrid, en la que se fijaba como objetivo un cupo mínimo de arrestos de inmigrantes sin papeles, un asunto que fue negado por el Gobierno español.

Bajo el lema "Porque la vida no es una cárcel. Stop controles", llevaron a cabo una lectura teatralizada por algunos de sus protagonistas de 14 de los 67 testimonios que la Red de Apoyo del Ferrocarril Clandestino ha recogido.
"Me llamo María Luisa, soy de Ecuador. Era verano, iba por la calle y al llegar a la estación de Méndez Álvaro me encuentro con un control policial. Me detienen y me llevan a la comisaría por no tener papeles. El trato fue vejatorio, me hicieron quitar la ropa y así, desnuda, me insultaron. Después de 24 horas detenida, salí en libertad con una orden de expulsión".

Se trata de uno de los testimonios leídos hoy en Madrid, que forma parte de un estudio que la Red de Apoyo ha llevado a cabo sobre los controles de identidad a inmigrantes que viven en distintos barrios de Madrid.
"Salir a la calle es un desafío", denunciaron los inmigrantes, que señalaron que la Policía les busca en lugares a los que habitualmente acuden para ganarse la vida, para regularizar su situación o llamar a sus familias.

"A muchos nos han detenido cerca de los juzgados, de las embajadas, en el locutorio, en las estaciones de autobuses, en los lugares donde nos ofrecen trabajo, a la salida de las clases de castellano (...), como si persiguieran a Al Capone", añaden.

Por todo ello reclamaron que se ponga fin a los controles de identificación de personas y una reunión con la Delegación del Gobierno y las autoridades competentes para tratar esta situación.

Marisa Pérez, representante de la Red de Apoyo del Ferrocarril Clandestino, reclamó también que "se haga público el compromiso por parte de las autoridades para acabar inmediatamente con esta situación".