Los Red Devils ganaron con goles de Ryan Giggs a los 67" y Wayne Rooney a los 69", en un partido que fue parejo al comienzo y tuvo al balón circulando entre ambas áreas, pero con la defensa locataria visiblemente más abierta que la de su rival.
A pesar del triunfo de los ingleses, la gran figura del partido fue el portero del Shalke, quien estuvo muy atento y soportó, ya desde la primera mitad, los embates de Javier Chicharito Hernández, quien en el segundo tiempo y tras una jugada personal brillante, dejó solo a Rooney para que anotara el 2-0 definitivo.