“Lo silban siempre, jamás lo aplauden. Nadie corre más que él. Él es el único que está obligado a correr todo el tiempo. Desde el principio hasta el fin de cada partido, sudando a mares, el árbitro está obligado a perseguir la blanca pelota que va y viene entre los pies ajenos…”
Es una realidad que a veces, pocos ven, pero que existe. Mientras árbitros asiáticos de poco nombre y muchas veces ni integrantes de los mejores puntuados en el mundo cobran miles de dólares al mes por hacer lo que les apasiona, arbitrar, y otros reciben una cantidad mensual para poder realizar esta actividad paralela a sus trabajos diarios, en los países menos desarrollados deben hacer los mil y un malabares para sustentarse y además, encontrar el tiempo preciso donde progresar y llegar a ser los mejores del mundo.
Si bien es cierto que los árbitros internacionales tienen un apoyo por parte de sus federaciones, esto a veces acaba complicándoles la vida, pues hay países donde les exigen tener un trabajo extra y este se ve perjudicado por esa actividad y los viajes al exterior que ella genera.
“Los derrotados pierden por él y los victoriosos ganan a pesar de él. Coartada de todos los
errores, explicación de todas las desgracias. Los hinchas tendrían que inventarlo si él no existiera. Cuánto más lo odian, más lo necesitan…” y esa explicación del uruguayo Eduardo Galeano en su libro El Fútbol a sol y sombra, se aplica al 100%, por eso y por todas las polémicas que desde que existe el fútbol existen sobre quien imparte justicia desde el centro del campo, y más cerca en la historia, de los tres colegas que lo acompañan, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, explicó que el objetivo para 2014 es claro: “En la fase final de la Copa Mundial no arbitrarán más que colegiados profesionales. Es una obligación. Los entrenadores son profesionales, los jugadores son profesionales; no hay ninguna razón para que los árbitros no lo sean. Y si alguien dice que no hay dinero suficiente para remunerarlos, responderé que hay suficiente dinero en las ligas profesionales”.
Será tiempo de ir pensando, como se las arreglarán en algunos países.