Menores de edad, acompañados por un mayor 18 años.

Es muy fácil caer en la tentación de demonizar a unos pobres padres, que me da que han sido las primeras víctimas de la inocente y arcangélica niñita, la cual habrá sido cruel y sádicamente engañada por vete a saber quién. Pero la pura y casta nenita, ya había sido acompañada y por dos veces por la Policía Local de San Martín de Valdeiglesias a su casa. O sea, que era una niñata de armas tomar. Porque la culpa de todo esto la ha tenido o la tiene la Ley del Menor, cuya figura en éstos momentos es intocable e incuestionable. Una Ley en la cual el más mínimo mal gesto, por motivos varios, es la causa de unos traumas increíbles y a perpetuidad. Es una verdad a medias: yo padecí el maltrato psicológico de mi madre y de una forma bastante continuada y aquí estoy.

Antes cuando un chaval se volvía demasiado ingobernable, existían dos salidas para reconducir al adolescente rebotado: ponerlo a trabajar y/o esperar a la mili en el caso de los varones; y/o mandar a la chiquilla envalentonada fuera de su área de confort: a vivir dos o tres años con unos parientes lejanos prácticamente desconocidos para la chavala y a ponerla a servir en la casa donde los señores eran los más rígidos de la ciudad. Mano de santo en ambos casos. Pero la desaparición del Servicio Militar y el aumento de la edad laboral en los jóvenes han hecho muchos estragos también. Pero en general es ésa Ley del Menor, que ha creado estos pequeños delincuentes y otros más en potencia.

Me imagino que de aquí a finales de año, surgirán más casos como el de la pequeña alcohólica, o de bullyng aterradores todos y a replantearse la Ley del Menor, por casi todas las fuerzas políticas de éste país: excepto un minoría del PSOE y todos los podemitas, claro a los cuales les conviene aborregar y desestabilizarlos aún más si cabe. Pero me imagino que ante la gravedad de estos casos y de otros más que aparecerán, se tendrá que derogar la Ley y dar paso a otra mucho más endurecida y restrictiva para el menor rebelde.

Una Ley que endurezca en materia económica la sanción a pagar por el/los adulto/s que consientan el comprar el alcohol, a los menores que así lo demanden. Y a sus padres también. ¿Y los chavel@s ingobernables, qué hacemos con ellos? Una de ellas será rescatar la idea de Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, que dijo que a los menores rebeldes, se les debería hacer pagar sus infracciones con trabajos a la comunidad, tales como barrer las calles tras el botellón u otro tipo de sanciones para el menor delincuente. A la pobre Carmena le cayó la del pulpo Paul, empezando por sus propios correligionarios. Otra muy buena ideas, por parte de Rivera, es la reimplantación del Servicio Militar, a los menores ninis, a los cuales les vendría muy bien dos años alejados de sus familias y bajo las estrictas leyes marciales y vendrían más calmados y con unos estudios profesionales bajo el brazo. Conste que yo ya lo dije años atrás y que mis jóvenes sobrinos están ambos de acuerdo y mi sobrino es votante podemita.

Otra idea muy contemplada por los socialistas/podemitas es la creación de espacios kulturales alternativos, gestionados por los mismos jóvenes en su totalidad. Pero se ha demostrado que es inviable el proyecto, pues en seguida convierten los espacios kulturales en antros donde se bebe y se fuma más que en la calle, aparte de que reciben los jóvenes su correspondiente adoctrinamiento podemita. Éste proyecto muy bien dirigido y supervisado por adultos bien formados daría sus buenos frutos sociales, pues los jóvenes tendrían la oportunidad de expresar su creatividad de múltiples maneras y serviría para que aquellos adultos como yo, que estamos desempleados tuviéramos una buena salida laboral, enseñando a los adolescentes nuestras aficiones favoritas e inculcar además unos mínimos valores sociales. En éstos espacios se les enseñaría desde ser unos buenos Dj’s o modelos, hasta escribir un relato breve, muy bien redactado. Entre medias, todo tipo de actividades, sociales, culturales y deportivas, para que los más jóvenes no caigan más en drogas, alcohol y sexo prematuro, porqué también lo hay, y sean adultos de provecho. Pero claro, no todos los partidos políticos quieren tener a adultos responsables y que piensen libremente.

En fin que ya veremos. El problema está ahí, y hay que atajarlo como sea. Y como sea, me imagino que se solucionará. Y por parte de todas las fuerzas sociales y políticas de éste país, y entre todos solucionarlo lo mejor posible. Creo que además será una buena oportunidad de consenso general y de buen hacer político. Esperemos que no se pierda esta oportunidad de oro, para hacer algo muy bueno para los más jóvenes.