Vettel se llevó el premio mayor

El alemán, de 23 años, se convirtió así en el piloto más joven de la historia en ganar el Mundial de Fórmula 1, y se perfila como el gran sucesor de Michael Schumacher.

Con la victoria de Vettel, Alonso necesitaba estar entre los cuatro primeros para ser campeón, pero un accidente ocasionado por la monoplaza de Schumi en las primeras vueltas y una entrada en boxes para cambiar las ruedas en el primer tercio de la prueba condicionó su carrera al duodécimo puesto, y tras no poder realizar los adelantos necesarios, debió conformarse con el séptimo puesto.

El australiano Mark Webber (Red Bull), segundo en la clasificación antes de este último gran premio, también se vio condicionado por un cambio de ruedas en las primeras vueltas y acabó en la octava plaza, con lo que terminó el Mundial en la tercera plaza, detrás de su compañero Vettel y Alonso.

A pesar del resultado de la carrera y del sueño roto, el piloto asturiano reconoció que si bien  está decepcionado por no haber conseguido su tercer título mundial, ya está pensando en la próxima temporada y se ha reafirmado en su amor hacia la escudería del “Cavallino Rampante”: “No puedo esperar al viernes, cuando vuelva a Abu Dhabi para probar los nuevos neumáticos Pirelli. Éste es el espíritu de nuestra gente: quieren reaccionar de inmediato, trabajar más duro para lograr la victoria. Eso es lo que me ha hecho estar más enamorado de Ferrari hoy que nunca”, escribió en su blog de la página de Ferrari, donde agregó: “Duele ver que estás tan cerca del objetivo y que se escape de esa forma, pero así funciona el deporte y tenemos que aceptarlo. No se deben borrar todas las cosas positivas, para mí ha sido un gran año. Hubo grandes momentos, como estar en el podio en Monza, eso estará en mi memoria, y el final amargo no va a hacer que lo olvide”.

Y aclaró que no tiene sentido buscar culpables. “No tiene sentido buscar por qué las cosas salieron mal: un Mundial que se pierde por cuatro puntos después de 19 carreras se puede haber perdido de muchas maneras, no sólo al final. Somos un equipo: ganamos y perdemos juntos. Estoy contento de estar en Ferrari, de sentir con toda la gente que trabaja aquí el orgullo que se siente al ser parte de esta familia de historia increíble”.

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