Vuelven los desayunos de 40 minutos

¿Recuerdas aquellos veranos en el pueblo? Aquel aroma a café recién hecho y  a hogaza tostada que llegaba de la cocina por las mañanas… Esos desayunos que la abuela te preparaba con mimo y que saboreabas durante eternos minutos en la corrala… “Es la comida más importante del día”, decía. Un placer que además te recarga las pilas y que ahora puedes volver a disfrutar en el restaurante más “cuco” de La Moraleja. Café Pino fue el primer gastrobar que abrió en la zona hace ya cinco años y sus mesas siguen estando de bote en bote, especialmente por las mañanas. Y es que uno de sus platos fuertes es sin duda su completa carta de desayunos y meriendas que incluye opciones para todos los gustos: dulces y salados, lights y para golosos, desayunos made in Spain o propuestas más internacionales, todo a un precio muy accesible y elaborado en el mismo restaurante con los mejores productos de nuestras tierras.

Entre las propuestas dulces destacan los famosos churros de Café Pino, los únicos 100 % artesanos que pueden encontrarse en la zona, y las pastas caseras “de la abuela”, elaboradas por el equipo de cocina con masa madre, harinas ecológicas, huevos de corral, guindas naturales, almendras, cookies, etc. También para golosos, se ofrece el jugoso y consistente sobao pasiego El Macho, el mejor de Cantabria; bollería del día (napolitanas, donuts, muffins…); croaissants importados de la mejor pastelería de París; creps y tortitas (con nata, dulce de leche o siropes naturales de fresa, chocolate y caramelo); y los ya míticos picatostes del Hotel Aspen. También hay desayunos ligeros, aptos para los que están en plena operación bikini, como frutas de temporada, cereales o tostadas integrales.

Para los que empiezan el día con antojo de algo salado se recomiendan las empanadas y empanadillas variadas (de ibérico, pisto o atún) y los huevos de corral, traídos de una pequeña granja artesanal de Navarra, en sus diferentes versiones: frito con su puntillita, en revuelto, con chorizo, jamón, bacon o quesito, y, como no, en tortilla de patata, la más jugosa y generosa en pincho de La Moraleja. Aunque sin duda alguna la estrella de los desayunos son los panes especiales de Café Pino: mollete de Antequera y hogaza Gallega, horneados a diario en el horno de leña del restaurante y que se pueden tomar con mantequilla y mermelada, con jamón ibérico o lomo de bellota y, como más nos gusta a los madrileños, con aceite de oliva orgánico y tomate natural de la huerta.

Todo ello puede acompañarse de una gran variedad de cafés (bombón, capuccino o el cortado de toda la vida),  zumo de naranja natural recién exprimido, tés especiales (vainilla, verde japonés, rojo, frutas del bosque, negro, earl grey, etc.) o chocolate a la taza.

La carta de desayunos y meriendas de Café Pino, una carta artesana y elaborada con el mimo de las  madres y abuelas, puede disfrutarse por un precio de entre 3 y 6 €, todos los días de la semana de 8:00 a 12:00 y de 17:00 a 19:30 h. y en un ambiente único y de lo más acogedor: la decoración del local gira en torno a una de las grandes pasiones de su propietario, la naturaleza, recreando una vieja leñera en la que, al entrar, el olor a madera se mezcla con el sugerente aroma de sus panes recién hechos. También pueden tomarse en su privilegiada terraza, rodeada de pinos y que abre siempre que el tiempo lo permite, y hasta en casa o en la oficina mediante su servicio take away.

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Dirección: Estafeta, 2. Plaza de la Fuente. La Moraleja.

Teléfono: 91 625 05 05.

Horario: la cocina de Café Pino permanece abierta todos los días de de 10:30 a 23:30 horas ininterrumpidamente