"El Gobierno de España debe, en primer lugar, reconocer que hay un problema con el dopaje. El cincuenta por ciento de nuestros casos de dopaje llegan procedentes de España y la voluntad de su Gobierno no parece ser la de erradicarlo", manifestó McQuaid.
El presidente de la UCI aseguró, sin embargo, que espera que en nuestro país "se tome nota para saber lo que hay que hacer". "El ciclismo es un deporte importante en España y merece el apoyo del Gobierno para tratar de asegurar su completa limpieza de aquí en adelante", espetó.
Este conjunto de suspensiones por dopaje, que ha sacudido con fuerza a los Mundiales de Ciclismo que se disputan esta semana en la ciudad australiana de Melbourne, ha perjudicado muy seriamente la lucha que el ciclismo está librando por deshacerse de la mala imagen del doping.
McQuaid, que reconoció el problema que supone el dopaje para el deporte en general, quiso defender los esfuerzos que la UCI hace por acabar con el dopaje y expresó que "los directores de equipo tal vez no están tomando la responsabilidad suficiente".
"Los directores de equipo tienden a dejar la responsabilidad en el ciclista diciendo que no se les puede controlar las 24 horas del día. Esto no lo aceptamos plenamente. Creo que es necesario que controlen a sus ciclistas porque necesitan saber que ellos están cumpliendo las normas", sentenció.
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