"Desde el 2006 se conocían de los abusos", afirmó Farah, que ejerció hasta 2009 desempeñaba dentro de la CNDH el cargo de quinto visitador, y estaba encargado de garantizar el respeto a los derechos humanos en materia de libertad de prensa, libertades civiles y política migratoria.
Farah sostuvo además que hasta 20.000 ciudadanos centroamericanos son secuestrados anualmente en México a manos de grupos del crimen organizado a los que roban, obligan a convertirse en sicarios u obligan a contactar con sus familiares para pedirles un rescate por su liberación.
Según Farah, para que tengan lugar todos estos crímenes es indispensable la connivencia de diversas administraciones locales y regionales mexicanas.
"Estamos hablando de la complicidad de varias autoridades a lo largo del recorrido (...) No puede pasar desapercibido por las autoridades, lo que pasa es que están coludidas (compinchadas)", afirmó en declaraciones a la cadena local MVS Noticias.
A raíz del descubrimiento a principios de semana de 72 cadáveres en un rancho del estado de Tamaulipas (noreste), que con casi total seguridad pertenecen a ciudadanos de Sudamérica y Centroamérica, se ha abierto el debate acerca del trato que se les dispensa en México a los extranjeros que atraviesan el país camino de Estados Unidos.