“El Público” de Federico García Lorca - Nueva Ópera en el Teatro Real

Mortier, que quería contribuir a la modernización de la cultura operística española ya no está entre nosotros para ver el estreno pero aquella idea que se le mostraba a través del misterio que encierra la música se ha hecho realidad y al fin, aquél teatro “imposible” a decir del propio Lorca que creía que su teatro nunca iba a ser representado en España, debido al conservadurismo de la época, ve la luz, modificado y transformado, adaptado a un tiempo mucho más tolerante y ante un público moderno y ávido de sensaciones y de nuevas experiencias. Han pasado muchos años, sí, pero los infundados temores de Lorca hoy han desaparecido aunque él, lamentablemente, ya no está aquí para celebrarlo.

Tuvieron que pasar 50 años desde que Lorca escribiera “El Público” hasta estrenarse en Milán en 1986. Al año siguiente se estrena en España siendo reconocido por la crítica y el público. Pero en 1988, un año más tarde, Londres volvió a darle la espalda a la obra haciendo que se retiraran todas las subvenciones.

El tema, la homosexualidad, todavía, hoy, puede sorprendernos, por eso la ópera que se contempla en el Teatro Real hoy, pretende dejar a un lado todo tipo de hipocresías que atentan contra la libertad amorosa y con la libertad artística.

Lorca afirmaba que no es posible ocultar ni la máscara del teatro ni al hombre porque la vida es puro teatro. Si erradicamos las máscaras al teatro encontraremos el abismo del vacío. “El Público” lleva al espectador a indagar sobre su propia conciencia y al tiempo le hace cuestionarse su sentimiento individual y la propia voluntad porque no sólo somos uno, sino muchos, y esa legión de personalidades conforma el yo de cada uno.

También “El Público” plantea el arte en sí mismo, como algo cambiante que se transforma constantemente, como la montaña cambia su fisonomía por mor de la erosión. Nada permanece porque todo cambia: cambia la sociedad, cambia lo político, cambia y evoluciona el ser humano.

Mauricio Sotelo, artífice de la música se encontraba en Salzburgo en 2010 cuando Gerard Mortier le confesó que quería encargarle a él el proyecto. Su propuesta era transformar “El Público” de Federico García Lorca en una ópera con ideas muy concretas sobre el drama. Así, como el propio Lorca, también Mortier quería transformar el mundo encarnado por el ser humano para que se cumpla esa máxima de Jean Paul Sartre en su ensayo: “El ser y la nada”, un libro clave donde la conciencia, la libertad, la responsabilidad, el absurdo, la mala fe, la autenticidad y la endiablada relación con los otros explican las transformaciones del pensamiento hacia un existencialismo socialmente comprometido.

Han sido 200 personas: músicos, bailarines, iluminadores, utilleros, maquinistas, para dar cuerpo a una ópera del siglo XXI. Personas entregadas a la causa, que no han escatimado ni esfuerzo ni ilusión. Dicen los que han estado cerca de tanta actividad en los sótanos del Teatro Real que la magia ha estado presente en todo momento. Dicen que “la revolución ha sido el descubrimiento de una tela sedosa que permite crear una sensación de transparencia gaseosa con el movimiento”. Dicen también que “las tripas del Teatro Real son como un laberinto y que se precisa un mapa o un acompañante para salir de allí”. Las experiencias, tanto profesionales como emocionales han sido vividas con intensidad por el equipo, tanto que algunos ni querían salir del teatro.

Y, por fin, se iza el telón:

“EL PÚBLICO” Ópera bajo la arena

Ópera en 5 cuadros y un prólogo

Música de Mauricio Sotelo

Libreto de Andrés Ibáñez, basado en la obra de teatro de F. García Lorca “El Público” (1930)

Duración aprox. 1 hora 70 minutos, con 30 minutos de pausa.

Fechas de representación: 24 y 26 de febrero y 1, 4, 6, 9, 11, 13 de marzo.

(*) Concha Pelayo - Escritora. Miembro de AECA