Las oficinas del CITE en Cataluña recibieron el pasado año pasado un total de 13.790 visitas, de las que se han atendido 9.436, que han planteado 24.966 consultas, según datos facilitados hoy por CCOO en un comunicado.
Las principales consultas realizadas han sido el arraigo social (15,7 % del total); la renovación de la autorización de residencia (14 %) y la renovación de autorización de trabajo (13,9 %).
Al comparar los datos de 2014, con la memoria de este organismo del año 2013, se constata un mantenimiento de las consultas vinculadas al arraigo social y las renovaciones de autorización de trabajo y residencia, pero también aparecen las vinculadas con las tarjetas comunitarias (10,1 %).
Los responsables del CITE consideran que los efectos de la crisis y el incremento del paro "están claramente detrás del elevado número de las consultas sobre las renovaciones, ya que muchas personas no tienen contrato de trabajo o no han cotizado el mínimo requerido para poder renovar sus autorizaciones de trabajo.
Destacan también el elevado número de consultas sobre el arraigo social, que ponen de manifiesto la existencia de un número importante de personas que llevan más de tres años en situación irregular y que ya podrían acogerse a este procedimiento de regularización.
Los datos del CITE destacan que se han incrementado las consultas vinculadas a la movilidad internacional de trabajadores, con 502 atendidas, el 60,6 % de mujeres.
Más de la mitad de las personas atendidas -51,1 %- tienen estudios medios, profesionales o superiores, un potencial social "que se malbarata, ya que la mayoría ocupa puestos de trabajo de baja cualificación", se indica en el informe del centro de información de CCOO de Cataluña.
Se advierte en el estudio de las dificultades de las personas extranjeras en las oficinas del CITE "para mantener o acceder a la regularidad como consecuencia de la crisis económica, que hace difícil garantizar los requisitos para renovar las autorizaciones de trabajo o residencia, y también para acogerse al arraigo social", ya sea por falta de cotizaciones a la Seguridad Social, finalización de los subsidios o falta de contrato de trabajo.
Este hecho puede ser especialmente grave para muchas familias extranjeras reagrupadas, que "no pueden renovar las autorizaciones de todos los miembros de la unidad familiar porque no disponen de los recursos mínimos necesarios, cosa que afecta especialmente a muchos niños, que están cayendo en la irregularidad".
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