El Cuerpo Humano y El Miedo

Es un cuerpo, un body llamado a perecer. Como a pesar de lo que digan las religiones nadie sabe cómo va a ser esa nueva vida sin el cuerpo, hasta los más osados en algún momento tienen miedo a morir. Imaginemos un león o tigre en plena selva, hay que echar mano al rifle y dispararle certeramente antes de que nos mate. Hay muchas personas que nos dan la muerte, la muerte moral, otras decimos que nos dan la vida.

Pero hay otros muchos miedos, el miedo a la ruina económica, a las enfermedades, al dolor, al hundimiento de tu país, al cambio climático que podría terminar con la vida en la tierra, a la vejez quizá, o mejor dicho a la decrepitud. Al mal que acecha.

La vida trepidante de las grandes ciudades muchas veces parece estar diseñada para no pensar, para no temer nuestra fragilidad. Nuestras amistades, las charlas, el cine, los viajes, todo programado para sumirnos en una ensoñación, en una alienación que nos haga olvidar el hecho sustancial de nuestra provisionalidad.

Cuando ves a alguien, a algún amigo que acaba de perder a un ser muy querido y cercano, ves en su rostro la huella que esa ausencia ha dejado, es el rastro del cuerpo humano desaparecido, puede existir el alma, una parte del ser que está volando etérea o en otra dimensión, incluso esa otra parte puede estar ayudando a la que aún conserva el cuerpo, pero el gran acierto del llamado cristianismo es el mensaje increíble de la resurrección de los cuerpos. ¡ Qué importante es para Cristo la recuperación de su cuerpo, de no haber sido así San Pablo dice que los cristianos seríamos los más desdichados entre todos los hombres !

La angustia existencial parte del hecho de la pérdida del cuerpo humano. Hay personas obsesionadas con la justicia social, con la igualdad entre los hombres y entre los pueblos, otras en cambio parecen circular concéntricas ante ese pensamiento terrible, la continuidad o discontinuidad del yo. El yo como entramado del cuerpo carnal y de la voluntad, la inteligencia, la memoria, todo lo que constituye nuestra aventura temporal en este curioso hábitat, en este decorado de nuestra temporalidad.

El miedo puede llegar a atenazar, a paralizar; un hombre o una mujer sin miedo pueden llegar a ser dueños del mundo. “No tengáis miedo” dijo un Papa reciente nada más aparecer en el balcón central tras ser elegido en la Plaza de San Pedro de Roma.

Ese grito, “¡No tengáis miedo!”, venga de donde venga, es la idea más profunda, el concepto más liberador, la mejor medicina que se nos puede suministrar a los humanos en cualquier tiempo y lugar, pero eso solo lo puede gritar, un Superhombre y es muy difícil de asimilar, de metabolizar y hacer como propio para todos aquellos que le escucharon.

La recuperación del body, del cuerpo propio desaparecido con la llamada muerte, es el mayor deseo, el sueño de todas las generaciones desde los faraones del antiguo Egipto a los magos de la hibernación, los geriatras de la eternidad. Por eso la promesa de la resurrección aunque parezca una locura absurda, es la médula, la esencia de habitar un universo nuevo, mundo en el que el miedo haya desaparecido. Y el miedo esencial, básico, primigenio no tendría cabida en esa otra naturaleza: La naturaleza del cuerpo humano eterno.

(*) Germán Ubillos Orsolich

Nació en Madrid y es Premio Nacional de Teatro. Premio Guipúzcoa de Teatro, Premio Provincia de Valladolid de Teatro, Premio Julio Camba de Periodismo, Premio “Correo Español – Pueblo Vasco” de Periodismo, Premio Ciudad de Zamora de Periodismo, Finalista Premio Nadal de Novela, Guionista de Televisión Española Espacios Dramáticos. Es autor de varias novelas entre ellas: “Largo Retorno” (Con filme de Pedro Lazaga y música de Antón García Abril) “Proyecto Amenazante”, “Cambio Climático”. “Cambio Climático – Los Supervivientes”, “Cambio Climático – El Retorno” (Trilogía),(Ed. Entrelíneas Editores), El viajero de sí mismo”, “Malín”, “La Peste Negra – Vida más allá de las estrellas”, “La calle de los Amores” (biografía), “El hielo de la Luna”, “Los desiertos de Marte”, “La calle de los amores “(Memorias).- Ed. Belgeuse, “ Más allá del Purgatorio (Novela), Ed Belgeuse , “La Infancia Mágica “ (Biografía).- Ed. Belgeuse Es autor teatral y algunas de sus obras son: “La Tienda” (Ed. Escélicer)- Premio Nacional de Teatro, “El llanto de Ulises” (Ed. Escélicer)- Premio Guipúzcoa, “El Cometa Azul”, “Gente de Quirófano” (Ed. La Avispa) Premio Provincia de Valladolid, “Los globos de Abril” (Ed. Escélicer)