Alemania finalista tras masacrar a Brasil

Por Gaby Alonso - Twitter: @Gabriela_Alonso  

Fue histórico. El anfitrión vio llegar al final el sueño de obtener el hexa en casa, y de la peor manera: Goleado, humillado y sin respuesta.

Brasil hizo todo mal. Mantuvo el esquema a pesar de las bajas del capitán Thiago Silva, por sanción, y de Neymar por lesión, pero los cambios no funcionaron. Tras diez minutos a todo vapor, comenzó a cometer errores ante una selección que sabe exprimirlos al máximo.

Alemania hizo todo bien. Cuando detectó los fallos de la defensa rival, atacó con todo, apelando al juego colectivo. Si bien pudo hacer más goles, nunca bajó los brazos. Aun con la final asegurada por la diferencia en el marcador, jugó como si la vida de la platilla dependiera de ello y tuvo en su portero, Manuel Neuer, un titán que evitó el descuento en los primeros instantes del complemento, lo que podría haber llevado a un intento un poco más eficaz de Brasil por acercarse al resultado.

El primero llegó a los once minutos. Inmediatamente después de los primeros esbozos del anfitrión, por generar peligro. A la salida de un córner, nadie fue sobre Müller y este lanzó el balón al fondo de la red.

El segundo sucedió doce minutos después, por intermedio de Klose, quien se convirtió en goleador histórico de los Mundiales, destronando al brasileño Ronaldo. Doble golpe, en ese momento, para la Canarinha.

Pero había tiempo para más. Y de sobra. En los siguientes cinco minutos, Alemania anotó tres tantos más. Kroos necesitó un minuto para marcar dos, mientras que Khedira puso el marcador 5-0 un minuto antes de que el reloj marcara la media hora de juego.

Los rostros de los brasileños en el Mineirao, no tenían consuelo. Si el Maracanazo de 1950 había sido una humillación… esta también lo fue.

Enfrente, tenían una selección más precisa que un reloj suizo, mientras del lado propio, solo había fallas. Tantas que Schürrle, decretó el 7-0 con doblete a los 69 y 79 minutos.

Ozil se perdió el octavo… y en el final, Oscar anotó el del honor, aunque nada valía ya para consolar a toda una nación, que esperó décadas para acabar con un fantasma que ahora vuelve a surgir y con más fuerza.

Esta vez, Brasil no llegó al Maracaná. Jugará el sábado en Brasilia por el tercer puesto.

Alemania, por su parte, si jugará en el mítico estadio, creado para celebrar la victoria brasileña, y que verá, por segunda vez, a un campeón distinto del que deseaba.

Así llega Alemania a la final: