COMUNICADO de la Asociación Nacional de Mujeres Ucranianas en España

Así mismo el Tribunal destaca que la menor fue continuamente amenazada, coaccionada, y agredida sexualmente en “circunstancias de cierta clandestinidad, como los agravios sufridos por un miembro de una comunidad familiar en el opaco y reducido ámbito de la intimidad de ésta”.

Según la sentencia, los Magistrados también rechazan los argumentos de los recurrentes acerca de su desconocimiento de la legislación española. Alegaban que no sabían que estuvieran cometiendo ningún delito porque en Mauritania a la esposa se la considera “propiedad del marido y no se le reconoce capacidad alguna para negarse a sus deseos”. La respuesta es contundente. La sentencia señala que “hay que proclamar del modo más firme y concluyente que la vulneración de un derecho tan elemental como el de la libertad sexual no puede quedar condicionado a circunstancias tales como la del origen cultural de quien lo agrede, máxime cuando Mauritania ha suscrito el Convenio de Naciones Unidas de los Derechos del Niño”.

El Estado de Derecho, concluye, “nunca debe abdicar del respeto a la dignidad del ser humano, en aras de un relativismo cultural que aloje el fundamento de la decisión penal en las creencias, opiniones o costumbres de un determinado grupo, con el riesgo que ello supondría para la adecuada protección de las víctimas”.

En nuestro vecino Marruecos, a pesar de que la “Mudawana” (Código de la Familia) que recoge desde el año 2004 que la edad legal para casarse es la de 18 años, el número de bodas de menores aumenta alarmantemente dado que ese mismo código permite que los llamados “jueces de familia” otorguen el correspondiente permiso previa petición. En el año 2009, el 12% de matrimonios marroquíes se formaliza con una menor. Según el Ministerio de Justicia marroquí, el número de peticiones para casar a niñas entre 14 y 17 años se elevó hasta la cifra de 50.000, de las que, el 87% fueron admitidas.

L@s voluntari@s de la Asociación Nacional de Mujeres Ucranianas en España, hacen un llamamiento al entorno asociativo de la inmigración y a los medios de comunicación social para que no se lleven a cabo confusiones con el término “cultura” haciendo prevalecer su sentido dentro del contexto de la Ilustración como eje de la civilización, las libertades públicas, y el Estado de Derecho. No pueden aceptarse pues, creencias, usos y costumbres, valores, normas y sanciones, organización social, y sistemas políticos, que vayan en contra de esos principios básicos.

Rocío Azahara Fraile González - José Carlos Aguilar Díaz - Mario Guarnido Torres
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