Si Lugo y Franco fueran pareja, ya hubieran volado los platos!

Los amores entre el presidente de la república y el vicepresidente de la república del Paraguay no están tan bien que digamos. Si fueran un matrimonio, de hecho que ya estarían durmiendo en habitaciones separadas porque desde la noche de bodas no lograron entenderse, aunque ante la sociedad aparenten que todo está bien. Las peleas entre Fernando Lugo y Federico Franco no terminan. Cuando un escandalillo empieza a apagarse entre ellos, aparece otro y así van tres meses de relaciones poco amorosas que digamos.
"Las elecciones terminaron el 20 de abril", dijo una vez el presidente electo, como queriendo decir con eso que ahora es él el que manda y que Franco es el segundo. No deja de tener razón.

Al Vicepresidente sus correligionarios le cuestionan que no hizo mucho por meter a los suyos en el poder, lo que no preocupa tanto al susodicho, como los líos sacados hasta de la galera por parte de los partidarios del presidente en el sector rural. Como liberal que es, Franco no está de acuerdo con la invasión a la propiedad privada y a las pretensiones socialistas de quienes hacen escándalos en el interior del país a cuentas de una reforma agraria que no se logra concretar en bien de los pequeños productores, entre quienes están los sinvergüenzas de siempre que buscan solamente lucrarse con la tierra que les facilita el Estado.

Al escribir este informe, la líder del opositor Partido Colorado, Del Rosario Riveros (Ña Delò), había dicho por radio que Lugo no soportara estar en el gobierno más allá del mes de diciembre y que su vice anda conspirando "hasta con los sepultureros" y que para hacerlo cualquier escenario es favorable, incluso "un reservado" (motel, utilizado por parejas furtivas).

En Paraguay el horno no está para bollos. Veamos: al escándalo de pareja de Lugo y Franco, se suma las invasiones a la propiedad privada, la presión brasileña, cuyos militares hacen apuntar sus cañones y tanques de guerra hacia territorio paraguayo, las huelgas de maestras, funcionarios judiciales, etc., etc., que al ex obispo no le da tiempo ni siquiera para estrenar su nueva sauna en la casa presidencial.

Como si todo fuera poco, el vicepresidente se peleó con otro buque insignia del nuevo gobierno, un tal "Pacovà" Ledesma, quién dijo de aquel que conspira contra Lugo y; en la entidad binacional Yacyretà, la hidroeléctrica que tiene Paraguay con Argentina, se pelean como perros y gatos los nuevos mandamases amparados por Lugo. Así las cosas, es hasta razonable pensar en la necesidad de que el señor presidente se mande mudar del país de tanto en tanto, como ya lo hizo durante 15 días, alternadamente, claro, en 80 días de gobierno. Por Paraguay se conspira hasta en sueño, por lo tanto en hora buena que Lugo se pasee por Estados Unidos, Centroamérica y México de vez en cuando sino, capaz que muera de un sincope antes que cante un gallo.

¿O la gente no nota la diferencia desde el exterior?, cuando Lugo anda por Paraguay esta con cara de un metro pero cuando se lo ve lejos de Asunción, parece un chico travieso que todo le agrada, un chico feliz.