Por Gaby Alonso - Twitter: @Gabriela_Alonso
El juego vertical y veloz del dueño de casa, bajo la batuta de un Neymar que quedó libre en varias ocasiones del partido, anuló a Iniesta y a Xavi e impidió que La Roja impusiera su juego de presión y volvió a quedarse con la espinilla de la única Copa que le falta alzar.
El reloj no marcaba aun dos minutos cuando Fred abrió el marcador el segundo minuto de partido, con una carambola por encima de un Iker Casillas ya vencido, y bajo la atenta mirada de un Arbeloa que estuvo más impreciso que nunca.
Los campeones del mundo quedaron sorprendidos, y a pesar de culminar el primer tiempo con mayor posesión del balón, no lograron la precisión ni la movilidad para presionar como de costumbre, gracias al buen manejo táctico de Scolari, del cual habló Xavi Hernández en la última rueda de prensa antes del partido.
Brasil fue por más y a los ocho minutos, Oscar rozó el poste derecho de un Casillas que evitó con sus providenciales paradas, que la faena fuera mayor, ante un equipo que fue netamente superior, mientras que La Roja procuraba llegar al área rival con balones largos. El primer tiro con un poco de precisión, fue uno lejano de Iniesta en el minuto 20, pero recién a los 40, consiguió parecerse a la España de siempre: Mata y Pedro superaron a Julio César, pero David Luiz consiguió evitar el gol quitando el balón en la línea, tras el disparo con potencia del futbolista del Barcelona.
En el mejor momento de España, Brasil se despertó y consiguió trabar el juego de los campeones del mundo y marcar un segundo gol antes del descanso. Fue a los 43, cuando Neymar logró fusilar a Casillas tras desmarcarse de Arbeloa y recibir pase de Oscar.
En el complemento, Azpilicueta ingresó por un impreciso Arbeloa, pero por si alguno pensaba que Brasil bajaría el rendimiento: fueron por más, y nuevamente apenas acabó de pitar el árbitro, red marcó el 3-0, su doblete personal, tras un taco de Neymar y una buena jugada de Marcelo.
La Roja seguía apostando al remate largo por lo que Del Bosque dio ingreso a Jesús Navas por Mata, y con eso el equipo tuvo más solvencia a la hora de llegar a la portería rival, y no se equivocó: Provocó el penalti de Marcelo, pero Ramos lanzó desviado al palo derecho de Julio César y la esperanza por descontar, quedó en la nada.
Piqué vio la roja directa al dar un puntapié en la pierna de Neymar, lo que catalogó como una simple “decisión arbitral” en la zona mixta, dejando a España con diez hombres y la final más que cerrada, pues aunque restaban 23 minutos, no había indicios de mejorar el juego.
Julio César paró antes del final un balón chutado por Villa desde la izquierda, pero nada más pudo hacer España ante un Brasil que fue más que superior, que supo encontrar en la defensa los “errores” de los que hablaba Scolari en la última rueda de prensa antes del partido, y que no dejó jugar a dos de sus piezas clave: Xavi e Iniesta.
Los rostros en la salida lo decían todo, pero como ha dicho Ramos en rueda de prensa: “No se puede ganar siempre”.
BRASIL (3): Julio César; Alves, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Paulinho (Hernanes, min.87), Luiz Gustavo; Hulk (Jadson, min.72), Óscar, Neymar; Fred (Jo, min.79).
ESPAÑA (0): Casillas; Arbeloa (Azpilicueta, min.46), Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro, Mata (Navas, min.52) y Torres (Villa, min.59).
GOLES: Fred (min. 2 y 46), Neymar (min. 44)
ÁRBITRO: Bjorn Kuipers (NED).
AMARILLAS: Arbeloa (min.15) y Ramos (min.28).
ROJAS: Piqué (min.68 –directa-)
ESTADIO: Maracaná, Río De Janeiro, con 73.571 espectadores.