La incierta situación del Real Madrid ante una posible salida de Mourinho

Pero no sólo eso, ya que también tendríamos que hablar de un grupo de marineros rebeldes que sueña con lanzar por la borda a su capitán, para que sea pasto de los tiburones mientras ellos esperan tranquilamente la llegada de un nuevo comandante que sea más de su agrado. Y claro, tampoco podemos pasar por alto la situación de la hinchada, que se afana en conseguir todas las entradas para ver al Real Madrid, ya sea en los trámites que le queda en la Liga BBVA o en la decisiva final de la Copa del Rey del próximo viernes 17, donde los blancos se juegan el único título que aún están en disposición de ganar este curso. Todo después de haber perdido la liga hace mucho y de haber dejado escapar entre los dedos la Champions League tras la apisonadora alemana del Borussia Dortumnd.

Pero al margen de la única final que les queda a los blancos, la atención se sitúa en el futuro del club de cara al próximo año. De momento, la hinchada blanca se divide en dos bandos muy diferenciados: los que apoyan a su entrenador, un Mourinho que ha perdido cantidad de seguidores a costa de la radicalización de los supervivientes; y los que respaldan a sus jugadores, con un Iker Casillas a la cabeza que desde el banquillo parece dominar las olas invisibles de una marea que quiere despejar el banquillo blanco. Los fieles al técnico portugués defienden que lo único que ha hecho Mourinho ha sido intentar poner un poco de orden en el vestuario, aplicando hasta las últimas esa máxima que defiende que donde manda patrón no manda marinero. Sin duda, el papel de Mourinho era defendido por gran parte de los madridistas en su origen, que veían una personalidad capaz de eclipsar a las grandes estrellas blancas y traer de una vez por toda un orden y disciplina que pusiera fin a la tradición de egos individualistas del Real Madrid.

Sin embargo, tampoco son pocos los que creen que Mourinho se ha pasado de rosca con su ración de disciplina, pues mientras al principio la mayoría veía al portugués como un animal del show business, capaz tanto de vender entradas para eventos deportivos como de destilar la prensa a su favor; ahora Mourinho ha pasado a ser considerado un simple ego hinchado más. Evidentemente, todo esto tuvo su momento cumbre cuando Iker Casillas pasó a ser habitual del banquillo cediendo la portería del Real Madrid a Diego López. Hasta ahora, el eterno portero blanco ha guardado silencio, pero muchos creen que está detrás de cierta campaña de desgaste de Mourinho, en la que participan tanto medios de comunicación como otros jugadores del Real Madrid. Así que el futuro del Real Madrid pinta bastante turbio, con un entrenador y unos jugadores que prácticamente viven de espaldas y con una afición tan dividida que mientras unos piden que se vaya el entrenador otros demandan una restructuración completa de la plantilla.

Para el futuro del Real Madrid, dándose por hecha la salida de Mourinho, quedarán dos grandes dudas. La primera incógnita es quién tomará el papel del portugués, para el que suena con fuerza el nombre de Ancelotti, actual entrenador del Paris Saint-Germain. Pero la segundo enigma es el más importante, más porque quedará sin respuesta, el cual no es otro que saber que hubiera sido del Real Madrid con un proyecto de Mourinho a largo plazo, ese sueño que tanto tiempo lleva en las mentes de la mayoría de los jugadores del Real Madrid, que sueñan con una institución fuerte en la que un auténtico capitán lidere un velero blanco a favor del viento. Sólo el futuro nos dirá si el sustituto del portugués es capaz de poner orden donde él no pudo, y si es capaz de sobrevivir a las batallas de los egos.