Destilerías Panizo abre las puertas al “Orujo-Turismo”

Es menos conocido que el procedimiento de creación de un vino, pero el fascinante proceso de la destilación del orujo, el último paso que sublima los bagazos de uva tras la vendimia, cada vez despierta más interés. Orujos Panizo acaba de terminar sus nuevas instalaciones. Su innovadora planta de destilación puede visitarse, previa concertación de cita, para que el turista se empape de los detalles de la destilación tradicional a gran escala y cate las distintas variedades de licores de orujo que fabrica la empresa. “Queremos que la gente nos conozca por dentro”- señala Jerónimo. “Nosotros destilamos nuestro propio orujo combinando los métodos tradicionales con la precisión que nos aporta la tecnología, y eso redunda inexorablemente en la calidad de nuestro aguardiente”.

La nueva planta cuenta con 20 calderas de cobre. Última tecnología creada ex profeso con el objetivo de lograr la mayor calidad posible en todo el proceso de destilación del orujo. Un ordenador central controla todo el proceso y remite los datos, sin posibilidad de fallos, a la planta de elaboración. Los tiempos que cada caldera de cobre emplea en destilar el orujo, la graduación del alcohol, su temperatura y su caudal.

Dos operarios se encargan del llenado y vaciado de las calderas. Todo lo demás está informatizado. Las nuevas instalaciones permitirán destilar 53 mil kilos de orujo diarios y producir 8000 litros de aguardiente de 40 grados al día. Su construcción ha costado cerca de un millón y medio de euros. “Esto nos permitirá acortar los tiempos de la campaña y extraer de una forma más rápida y eficiente el potencial de los bagazos de uva que recibimos en la destilería”- señala Jerónimo Panizo. “Nuestros licores de orujo serán todavía más aromáticos”.