“Mi generación no es diferente a ninguna otra, ninguna estuvo limpia. La ayuda ha existido y evolucionado con el paso de los años, desde subirse a trenes hace cien años al uso de EPO ahora”, afirmó Armstrong en una entrevista a Cycling News, donde reconoció haber recurrido al dopaje para ganar en siete años consecutivos el Tour de France.
Armstron se siente el único perjudicado en un ciclismo donde todos son tramposos, y por eso acusa a otras generaciones de hacer lo mismo, destacando varios líderes de las mismas, como Merckx, Hinault, Lemond, Anquetil o Induráin.