Apenas pasaban las 00:40 en la Península Ibérica cuando los 176 atletas y 30 técnicos de todos los equipos olímpicos (excepto balonmano femenino y gimnasia), acompañados por el jefe de misión, Cayetano Cornet, desfilaron detrás de Gasol, abanderado luego de la baja por lesión del tenista Rafael Nadal.
Su Majestad, la Reina doña Sofía, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, el ministro de Cultura, Educación y Deporte, José Ignacio Wert, el Embajador en el Reino Unido, Federico Trillo-Figueroa, y otras personalidades, presenciaron la ceremonia desde la tribuna de autoridades del Estadio Olímpico de Stratford, mientras que los familiares de los atletas, lo hicieron desde las gradas.
La delegación, además de la simpatía mostrada, alegró la ceremonia con unos coloridos trajes que, a pesar de haber sido bastante criticados, pegaron de maravilla: pantalón azul, chaqueta roja y un sombrero de color beis con una estampa que emuló la del Príncipe de Asturias en Barcelona'92, para los chicos, mientras que las chicas llevaban una chaqueta amarilla y una falda de vuelo rojo.