Unas tres mil personas lo recibieron con trajes y cantos típicos suizos, en la ciudad de Nueva Helvecia, Colonia. Allí acudió Blatter ni bien arribó al país campeón de América, donde se mostró muy feliz por el homenaje que se le realizó al ilustre visitante, junto con Diego Godín y Cristian Rodríguez, ambos oriundos de ese departamento, a pesar de que dedicó palabras de congoja por el accidente sufrido por Alcides Edgardo Ghiggia el pasado miércoles y que dejó al autor del histórico gol de Maracaná en 1950, en estado delicado.
Blatter destacó el "uy buen momento del fútbol uruguayo, tras quedar cuarto en la Copa del Mundo de Sudáfrica, ganar la Copa América de 2011 en Argentina y ocupar en la actualidad el segundo lugar en la clasificación mundial de la FIFA, y destacó que en los próximos Juegos Olímpicos de Londres, la celeste, campeona en Colombes 1924 y Amsterdam 1928, estará presente en fútbol, después de 84 años de ausencia.
Acerca de la propuesta de Uruguay de organizar junto con Argentina la Copa del Mundo de 2030, como parte de los festejos por el centenario de la primera Copa del Mundo de 1930 que se disputó en Montevideo y que además, obtuvieron los celestes, el presidente de la FIFA dio el visto bueno al decir que “es posible”, aunque en la Asamblea Solemne de la Asociación Uruguaya de Fútbol, realizada este viernes, eludió el tema al manifestar que "del 2030 hablaremos más tarde".
En el discurso que realizó ante los presentes y que duró unos cuarenta minutos, Blatter reafirmó algo que viene manejando desde hace un toempo: su deseo de quitar los penaltis. Según el directivo del fútbol mundial, al tratarse de un deporte grupal, se debe buscar otra fórmula de definición en la que participen todos los jugadores y no el sistema actual de penaltis, osea, de uno contra uno.
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