El también portero y capitán de la Selección Española, fue aupado por Granero y Arbeloa en la pasarela donde fueron victoreados por los miles que colmaron las calles de la Gran Vía y aledañas, y donde la plantilla saltó y saludó como agradecimiento al constante apoyo que reciben.
Fue la segunda vez que el guardameta mostoleño se subió a la Cibeles como capitán del Real Madrid, la vez anterior, fue en abril de 2011 tras la Copa del Rey obtenida en Mestalla ante el FC Barcelona y ahora significó, además de su quinta Liga personal con el equipo de la Av. Concha Espina, la número 32 de la institución.
Posteriormente, el capitán quiso demostrarle al mundo que se lleva de maravilla con Cristiano Ronaldo y al encontrarle solo y maravillado con la afición, le animó a recorrer la pasarela desde donde fue victoreado por las hordas de seguidores blancos que esperaban ver al goleador del equipo, al hombre que ha batido todos los récords por segundo año consecutivo.
Tras casi una hora de constante intercambio de canciones, aplausos y victoreadas mutuas entre la afición y sus jugadores, los mismos partieron como llegaron, a bordo de un autobús descapotable, desde donde ondearon sus bufandas al aire para inmortalizar con sus móviles el momento de entrega y devoción del madridismo para con ellos.