Odiado por impartir justicia, el árbitro se defiende desde el campo de juego, haciendo aplicar el reglamento, lo mejor posible, sin embargo, como en toda profesión, siempre hay una oveja negra, y ese es el caso del árbitro internacional Byron Moreno, quien admitió ser traficante de drogas.
Detenido en setiembre en Nueva York con una importante cantidad de heroína, el ecuatoriano declaró hace algunas horas ante la corte federal de Brooklyn y admitió ser traficante de drogas.
Moreno, nacido en Quito el 23 de noviembre de 1969, fue árbitro de fútbol por 16 años, siete de los cuales, los pasó como parte del selecto cuadro arbitral de FIFA y así es que impartió justicia en la Copa Mundial FIFA de Corea – Japón 2002.
Muchos lo recuerdan por la polémica que se generó entre uno de los locales, Corea del Sur, e Italia, donde la selección azzurra, en nombre de todas las asociaciones europeas que participaron del torneo, lo acusó de dar ciertos beneficios a los locales.
Tras ser detenido en el aeropuerto internacional John F. Kennedy, proveniente de Guayaquil, Ecuador, con bolsas de heroína adosadas a su cuerpo, permaneció detenido en Nueva York, sin derecho a fianza, y en esta jornada se le condenó a cuatro años de prisión.