La Iglesia y la policía abrieron dos investigaciones separadas tras el arresto, el viernes, de monseñor Arnel Lagarejos en la periferia de Manila, declaró a la AFP el obispo retirado Oscar Cruz.
Lagarejos, sacerdote y director de una universidad religiosa cercana a la capital, fue detenido por la policía después de que un proxeneta le hubiera entregado a una adolescente, añadió Cruz, que está al frente de las investigaciones de la Iglesia.
El cura fue suspendido de sus funciones, tanto en su diócesis como en la universidad y fue colocado en detención provisional, añadió.
La policía declinó hacer declaraciones, aludiendo a una ley sobre la confidencialidad en este tipo de casos.
Los resultados de la investigación eclesiástica serán enviados al Vaticano, agregó Oscar Cruz.
El caso causó gran revuelo en Filipinas, un país con un 80% de la población de confesión católica y en el que la Iglesia tiene una influencia considerable.