El gobierno lanzó una campaña mediática para reunir muestras de sangre y crear un banco genético para identificar en el futuro a un millar de detenidos desaparecidos que legó la dictadura del general Augusto Pinochet, la gran mayoría de los cuales sigue perdido en alguna fosa clandestina o lanzado al mar.
La campaña se prolongará por tres meses y se realizará a través de medios escritos, audiovisuales y radiales, cuyo costo será asumido por el gobierno.
El ministro de Justicia, Carlos Maldonado, dijo que tal vez algunas muestras sirvan para identificar algunos restos óseos que están en el Servicio Médico Legal (SML).
Llamó a los familiares de las víctimas a entregar una muestra de sangre, "que puede significar que hoy o mañana una víctima sea identificada", dijo Rosende.
"Si tomáramos unas 2.000 muestras más tendríamos una base de datos de mapa genético de familiares de las víctimas que permitiría avanzar en la identificación de los restos óseos encontrados hasta el día de hoy o aquellos que se encuentren más adelante", declaró el director del SML, Patricio Bustos.
"Vives con nosotros. Te llevamos en la sangre", es el lema con el que un grupo de familiares de víctimas del régimen militar (1973-1990) invitan a otros familiares a entregar su muestra sanguínea. También difunden un número telefónico (800-440-700) al que pueden llamar gratuitamente a una oficina del SML para obtener más antecedentes. Se agrega un sitio en internet
http://www.sml.clSegún un estudio oficial de 1991, durante la dictadura murieron 3.197 opositores, de los cuales unos 1.200 integran un listado de detenidos desaparecidos.
Transcurridos 19 años del retorno de la democracia, se han encontrado restos o fragmentos de huesos pertenecientes a unos 200 desaparecidos.
Bustos dijo que hasta ahora un pequeño grupo de familiares se ha negado a donar su sangre.
Es probable que la negativa se base en el triste recuerdo de lo sucedido con los restos de 96 personas exhumadas en 1991 del sector "Patio 29", del Cementerio General de Santiago. El SML erró en la identificación de 48 y la individualización de otros 37 sigue en duda.
El SML entregó los restos mal identificados a sus supuestos familiares, que los volvieron a enterrar. Cuando las familias de los desaparecidos mal identificados fueron informadas, fue como volver a perderlos.
Muchos de los restos que permanecen en el SML de Santiago corresponden a ésas personas mal identificadas que primero fueron arrancadas del "Patio 29", lugar destinado a los cadáveres sin identificación o a quienes no son reclamados, y después, del Memorial del Detenido Desaparecido o de otra tumba que sus supuestos familiares les compraron.
Varios de los forenses que trabajaron en el caso afirman que lo hicieron seriamente, con las herramientas que tenían en la época, a comienzos y mediados del 2000, como comparación de fichas dentales y antropológicas, pero sin pruebas de ADN.