Aunque ahora estemos en invierno, siempre hay días muy soleados y aunque no sea así, Ud. entrará en calor, no pasará frío el resto del día y se sentirá que “ha cumplido” con su cuerpo y mente.
Lo ideal es andar en bicicleta al menos 30 minutos cuatro a cinco veces por semana. Junto con realizar un ejercicio aeróbico importante, quienes practican este deporte trabajan los glúteos y todos los músculos de las piernas. Otra ventaja es que, al no ser un ejercicio de impacto, disminuye el riesgo de desarrollar lesiones.
Sin embargo, siempre es importante considerar algunas medidas de prevención:
La bicicleta debe estar en perfectas condiciones y tener un tamaño adecuado a la persona que la va a utilizar. Además, tiene que ser, en lo posible, liviana y con al menos 18 cambios de velocidad.
El asiento debe estar a la altura de la cadera cuando la persona está parada al lado de la bicicleta.
El manubrio tiene que mantenerse a una altura y distancia que permita mantener la espalda recta y con la pelvis en la misma línea del pedal.
Es recomendable usar un asiento o sillín confortable y zapatillas de suela dura para evitar lesiones por el apoyo de los pedales.
El uso del caso sobre la cabeza es indispensable.
Se recomienda usar protecciones reflectantes, tanto en la bicicleta como en la ropa, principalmente si sale en la tarde o noche.
No se debe usar iPod u objetos que distraigan.
Es preferible usar siempre las ciclovías.
Si va a frenar en las cicletadas, hay que avisar con la mano para no provocar un choque con las personas que van detrás.
Otro aspecto muy importante es la hidratación. Si bien el agua es una solución, es preferible llevar una bebida isotónica, ya que le proporcionarán sodio y glucosa en concentraciones adecuadas, las cuales permiten realizar este ejercicio de mejor manera, evitando la deshidratación y fatiga.