Tarjetas de crédito
Según lo que ha trascendido, el mencionado documento consigna que el 14.1% de las personas que poseen tarjeta de crédito la utilizó este año para el pago aplazado con intereses, lo que equivale a un 36% menos que durante el mismo periodo de 2010 en el que se marcó un 22.1%. Hemos retrocedido a las cifra de 2006.
La tendencia es absolutamente lógica; las personas saben que las cosas no están para tomar riesgos innecesarios y se preocupan al máximo de sacarle el mejor partido al dinero sin adquirir deudas prescindibles con las tarjetas de crédito. Este es el motivo por el que el 80% de los usuarios opta por el pago íntegro a final de mes. Mejor no pasar sorpresas.
Otro dato relevante que nos habla de cómo las familias españolas están manteniendo a raya su dependencia de las tarjetas de crédito. Según el estudio de MasterCard, el 24% de las personas emplearon las tarjetas para una transacción comercial, un deja vù que nos traslada a 2003 cuando este porcentaje era de 21.7%. Además, un 40% de los españoles prefiere pagar en efectivo montos superiores a 3300 euros.
En términos generales, el consumo privado en nuestro país ha relegado a las tarjetas de crédito a un 17%. Los españoles prefieren el dinero real, nada de intereses ni promociones que en la mayor parte de los casos siempre traen una trampa, a pesar de que en Europa la tarjeta representa el 30% del consumo.