Merecidos Puntos Parquer para la añada del 2007 de Bodegas Arrayán

Todo esto no es casual. El año 1999, fue el comienzo de un proyecto muy querido para el empresario José Mª Entrecanales. El esfuerzo, y una importante inversión económica del fundador de Acciona, hizo realidad  el empeño de transformar una parte de su bonita finca, La Verdosa, en un viñedo  de ensueño. No reparó en medios, y para ello contrató al Dr. Richard Smart  experto y afamado viticultor australiano, de Nueva Gales del Sur, autodenominado ‘el doctor de las viñas’.

Su misión fue la de seleccionar las castas  varietales que mejor se adaptaran  a  las parcelas de la finca La Verdosa, e investigó la altitud y orientación más favorable, para acomodarlas al conjunto de parámetros que definen un terroir. El empresario también convenció al reconocido enólogo Miguel Ángel de Gregorio,  para colaborar con la Casa de las Cuatro Rayas, y los éxitos de las primeras elaboraciones de Arrayán, hicieron que critica especializada  y público consumidor, pusieran atención en la joven bodega manchega de la D.O. Mentrida, en Santa Cruz de Retamar, provincia de Toledo.

La prematura desaparición de un emprendedor  como lo fue José Mª Entrecanales,  hizo temer por una pérdida de interés  en su proyecto enológico. Pero nada más lejos de la realidad. Su viuda María Marsans, asumió con determinación el reto de continuar con el sueño que tanto ilusionó a su marido, dándole, si cabe, una mayor proyección. Para ello contrató a una joven, pero experimentada  enóloga: Maite Sánchez. (De casta le viene, porque es hija del reconocido prescriptor enológico Bartolomé Sánchez). Maite está avalada por una excelente  formación académica,  complementada  con  trabajo en prácticas en las mejores bodegas nacionales y del Nuevo Mundo. Su trabajo y sensibilidad, han dado continuidad, (si no mejorado), las elaboraciones de Bodegas Arrayán. Y es lógico, porque las vides,  cada año ofrecen un fruto de mayor calidad,  aumentando su  profundidad aromática  y complejidad  fenólica.

En la mesa de cata, Maria Marsans está flanqueada por dos colaboradores de confianza: Cristina Rubio, su Directora de Comunicación y RR.PP, y Alvaro  García,  Director Comercial de la bodega. Me ofrecen el primer Arrayán que ha gustado a Parquer-Miller, y corresponde a una elaboración monovarietal  de Syrah del 2007. El editor de la revista The Wine Advocate lo describe como ‘un tinto con un paladar impecablemente  equilibrado. El emperador del Ródano (…y de Australia),  se expresa complejo y goloso. El otro single premiado de Arrayán, está hecho con Petit Verdot,  y como su hermano,  es igualmente de la añada del  2007. (En vinificaciones de calidad, elaborar vinos procedentes de una sola casta, en una zona tan meridional como es la Finca La Verdosa, aún más,  si atiende al nombre de Petit Verdot, pudiera parecer una temeridad.

Tiempo atrás, otro vecino, Grande de España, fue arriesgado pionero en plantar Petit  Verdot y en hacer un estupendo vino varietal,  también sin mezclas).  El inconfundible Petit Verdot de Arrayán es un vino con personalidad. El tándem norteamericano lo describe como: ‘un conjunto impresionante de hierbas tostadas, zarza,  zarzamora,  y ciruelo.  Y denso, rico y estructurado en el paladar’. Ambos, los dos ‘arrayanes’ del 2007, son vinos modernos, con muy buenas hechuras.

Concluyó la cata con Estela de Arrayán 2007. Parquer-Miller lo han premiado con 93 puntos. Es un vino de ensamblaje,  y es la joya de la Casa; se elabora con los mejores frutos de los viñedos de La Verdosa. Es un vino excepcional ‘alta expresión’. Con este brindis, deseo sumarme al homenaje que la bodega hace, con Estela, a su fundador. Deben de saber, que parte de los fondos que se adquieran con la venta de Estela, tienen un destino filantrópico, porque integrarán recursos de una Fundación que investigará en la dolencia que padeció José Mª Entrecanales.