Según los opositores, un bebé murió, 37 personas desaparecieron -entre ellos siete niños- y decenas fueron detenidas después de la irrupción de los agentes, y que fueron liberados tras una nueva movilización popular. Por su parte, el presidente Evo Morales, en un intento de frenar el nuevo conflicto, convocó a las comunidades nativas de la zona un referéndum regional.
La ministra explicó en su carta de renuncia que no comparte la decisión del Gobierno de intervenir. "No puedo defender ni justificar la misma, en tanto existan otras alternativas en el marco del diálogo", añadió.
Los indígenas protestan desde el 15 de agosto contra la carretera de 300 kilómetros que promueve el presidente aymara como "una necesidad nacional". La vía atravesaría el corazón del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure para conectar los valles interandinos en el centro con la amazonia en el norte, pero los pobladores autóctonos se oponen porque temen que las tres etnias que viven en esa zona pierdan su hábitat.
Según el subcomandante de la Policía, coronel Oscar Muñoz, "el detonante" de la intervención de los uniformados con gases lacrimógenos y disparos de goma, fue "la agresividad" de los indígenas.