La erupción del volcán islandés tiene con un inmenso dolor de cabeza en estas últimas horas a todos los miembros de la institución blaugrana, desde la afición hasta los dirigentes, pasando por el entrenador. Todos, están a la espera de que mañana Eurocontrol confirme la gravedad de lo que está sucediendo y en base a ello, decidir, si es mejor viajar en autobús o arriesgar con el avión.
“No tendría sentido una final en la que nuestra gente no estuviera. Esto es un espectáculo para la gente y sería muy mala suerte. Es una cuestión incontrolable. Ojala se calme y la gente pueda viajar. Sería una lástima que la mitad del estadio estuviera vacío”, ha dicho Pep, que de finales sabe mucho y quiere que todos disfruten al máximo de esta gran chance.