Etxeberria será el único investigador europeo que tomará parte en la nueva necropsia. El profesor de la UPV y presidente de Aranzadi, Francisco Etxeberria, inicia el fin de semana un viaje que le llevará hasta Chile, donde tomará parte en la exhumación del cadáver del que fuera presidente del país Salvador Allende.
«En lo personal será emocionante; en lo profesional actuaré con la misma imparcialidad de siempre», afirma el titular del área de Medicina Legal.
Etxeberria colabora desde hace seis años con las autoridades de Chile en la identificación de las víctimas desaparecidas a partir de 1973 durante la dictadura de Augusto Pinochet. La exhumación tendrá lugar el próximo día 23 y a partir de esa fecha Etxeberria permanecerá una semana en Chile mientras realiza los análisis.
La muerte de Allende fue atribuida oficialmente a un suicidio cuando los militares golpistas asaltaron el Palacio de la Moneda en 1973. El juez de la Corte de Apelaciones de Santiago Mario Carroza, que investiga su muerte junto a otros 726 procedimientos por violaciones a los derechos humanos, ha solicitado exhumar los restos de Salvador Allende, con el acuerdo de los familiares, y, con este fin, se ha conformado un equipo de investigación en el que intervendrá el profesor de la UPV-EHU.
En el caso del mandatario chileno «lo que se pretende es establecer la causa de la muerte. La versión oficial es que se suicidó. Incluso la familia cree que así fue. Sin embargo, en el transcurso de todo este tiempo han surgido algunas dudas, y como se sabe que en otros casos hubo manipulaciones, lo que ahora se reclama es el total esclarecimiento», explica Etxeberria.
El profesor de Medicina Legal fue requerido por la Comisión de Derechos Humanos del Gobierno de Chile durante el mandato de Michelle Bachelet en calidad de experto en materia de exhumaciones e identificación humana. «En Navidades y en enero estuve allí, me lo contaron y ahora vamos a realizar el trabajo», explica.
Tras ser encontrado muerto en el Palacio de La Moneda, el cadáver de Allende fue trasladado al Hospital Militar, donde se le practicó una autopsia, tras la cual fue enterrado en secreto en el balneario de Viña del Mar, a 120 kilómetros de Santiago. En 1990, con el regreso a la democracia, tras la dictadura de Pinochet, el cadáver fue exhumado y llevado a un panteón de Santiago. «En el momento en que se efectuó este traslado no se llevó a cabo ninguna investigación ni tampoco un nuevo análisis», dice Etxeberria.
Equipo multidisciplinar
El estudio será realizado por un equipo multidisciplinar. Etxeberria será el único científico europeo, y, probablemente, extranjero que colabore en las tareas. El grupo está compuesto por genetistas, odontólogos, antropólogos, patólogos y criminalistas, entre otros. Al profesor de la UPV le corresponderá determinar la causa de la muerte, de ahí que su tarea sea la más relevante de todas. Etxeberria reconoce que «no será fácil. Lo que tenemos que aclarar es si hubo uno o dos disparos. En 1973 se le practicó una autopsia. Es detallada y precisa, a diferencia de otros casos de la misma época. Ya entonces surgió la duda de los disparos. Existen unos impactos que se observaron en una pared, detrás de un sofá que Allende ocupaba. Hay que examinar las trayectorias», señala.
El profesor guipuzcoano, aún cuando tendrá la oportunidad de examinar documentación original, precisa que «igual no avanzamos más de lo que ya hay; o resulta que se produce una sorpresa porque aparece un proyectil donde nadie lo había descubierto. En otros casos ya lo hemos visto. Yo hice el informe de Víctor Jara y tenía un sinfín de disparos, además de más de cincuenta huesos fracturados».
Etxeberria afirma que aunque se aplicará con la misma imparcialidad y objetividad de siempre, «este caso tiene un plus. Allende era el legítimo presidente de un país en el que se produjo un golpe de estado y una brutal dictadura cuando yo era un joven universitario que asistía desmoralizado a la noticia de su muerte. ¿Quién me iba a decir que aquella involución que viví como estudiante y que no trajo más que sufrimiento, la voy a tocar ahora con mis dedos? No cabe duda que en lo personal será emocionante».