Ellos (por ser de habla hispana) han necesitado dos años de residencia legal para poder iniciar los trámites de acceso a la ciudadanía (para el resto son 10 años) que, sin embargo, no han resuelto hasta pasados dos años, es decir, al cuarto año de residencia, admite Wiston Erazo, presidente de Aproe, una de las 16 asociaciones de ecuatorianos en Navarra.
De ahí que la mayor entrada de inmigrantes ecuatorianos que se produjo entre 2002 y 2005 esté acumulando nacionalizaciones en los últimos ejercicios. "A finales de 2011 se verá como son otros colectivos como los bolivianos los que suben en las estadísticas de nacionalizados", remarca Erazo.
Lo cierto es que el número de nacionalizados ha crecido de forma notable en los tres últimos años, y los expertos creen que continuarán haciéndolo, ya que tener el DNI español (equivalente a la cédula de identidad) se ha convertido en una suerte de "escudo contra la crisis". Además, los ecuatorianos, al igual que el resto de latinoamericanos, pueden optar a la doble nacionalidad.
Y en una situación de crisis, en la que el desempleo golpea, interesa tener el Documento Nacional de Identidad por lo que pueda pasar. De lo contrario, se exponen a perder la autorización de residencia en caso de no cotizar un tiempo determinado a la Seguridad Social o permanecer fuera del Estado español por seis meses consecutivos. Otro de los factores tiene que ver con el hecho de que -desde hace dos años- sus hijos, los nacidos en el Estado español, ya son reconocidos como naturales de Ecuador, según la legislación de su país. De ahí que hay que los padres pidan para ellos la doble nacionalidad.
Según Wiston, a partir de que un ecuatoriano obtiene la nacionalidad goza de una mayor seguridad y puede plantearse otras expectativas como volver a Ecuador y viajar a Estados Unidos, donde tiene familia, porque a los españoles no les piden visado. "Es lo que llamamos el proceso de reinmigración", indica. La crisis se siente, hay personas que han perdido su piso y han tenido que volver a vivir hasta cinco en una vivienda, situaciones que "no se daban desde hace años". "Calculamos que en los últimos seis meses se han podido marchar unas mil personas y han podido entrar otras 2.000, pero no desde Ecuador sino de Murcia, Valencia y otras comunidades; la gente se moviliza donde se mueve el dinero".
Despegue migratorio
Las personas extranjeras que accedieron a este estatus entre 2009 y 2010 en Navarra fueron 2.736, el pico más alto desde que en 2000 se iniciara el mayor despegue migratorio en la Comunidad foral. Desde esa fecha han adquirido la nacionalidad por residencial un total de 11.306 personas, a las que hay que sumar las que se pudieron incorporar a lo largo del 2010, entre 2.000 y 3.000. Es decir, entre 13.000 y 14.000 personas han conseguido en ocho años los mismos derechos y obligaciones que un ciudadano español, 427.446 lo hicieron en el conjunto del país en el periodo 2002-2009. Aproximadamente, unas dos mil personas extranjeras residentes en Navarra adquieren cada año la nacionalidad española desde el año 2007, datos de los Anuarios Estadísticos de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración y los aporta el Observatorio Permanente de la Inmigración en Navarra (OPINA).
Ranking según nacionalidad
El caso más paradigmático de este proceso de plena integración de los protagonistas de la primera oleada migratoria es el de Ecuador. Esta realidad explica que las personas con nacionalidad ecuatoriana fueran las más numerosas desde 2001, pero que en 2010 fueron superadas por la marroquí (9.572), seguida por la ecuatoriana (9.394), la rumana (6.585) y la búlgara (6.485).
Tanto en Navarra como en el conjunto del Estado se ha producido un descenso en el número de extranjeros procedentes de América del Sur. Desde OPINA, órgano público que entre sus objetivos tiene el análisis del fenómeno migratorio y que depende de la Oficina de Atención a la Inmigración del Gobierno de Navarra destacan que el flujo migratorio "ha descendido levemente" con respecto a años precedentes, lo que no viene originado por la salida de extranjeros sino por el acceso a la nacionalidad española. Las personas extranjeras que llegan son más que las que abandonan la comunidad.
Así, a 1 de enero de 2010 había en Navarra 86.915 personas de origen extranjero (3.085 personas más que en 2009). En cambio, en el año recién el Gobierno foral reconoció 1.100 nuevas tarjetas sanitarias. Las personas con nacionalidad ecuatoriana descendieron en 1.742 personas en 2009 (de 11.136 a 9.394), en su mayoría tras obtener la nacionalidad española, ya que en términos globales su presencia sigue aumentando en Navarra, de 15.477 en 2009 a 15.712 en 2010, según el INE
Temor de expulsión Para Antidio Martínez de Lizarrondo (Observatorio Permanente de la Inmigración en Navarra), muchas veces se adquiere la nacionalidad como "estrategia ante la crisis para conseguir todos los derechos y ventajas ante una posible pérdida de trabajo y el temor a una expulsión". En 2005 había 13.845 ecuatorianos, de las que sólo 186 tenían la nacionalidad española; a principios de 2010 sumaban 6.318 y ahora superan los 7.000.
Esta lectura sirve para otros países latinoamericanos como Colombia, cuya o migración a Navarra comenzó hace unos 10 años. "A la vista de los datos, parece que el único país de América del Sur con una presencia notable en Navarra en el que una parte de sus nacionales han emprendido el regreso (con un carácter más coyuntural) o el retorno (más definitivo) es Bolivia", indica. Fueron los últimos en llegar, con una menor tasa de regularidad documental y, por lo tanto, con una mayor vulnerabilidad social, remarca Martínez de Lizarrondo.
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