El decreto, que fue firmado en la noche del viernes por el Presidente Alan García, endurece las anteriores restricciones para fumadores y modifica ocho artículos de la ley precedente sobre el tabaco, endureciendo los castigos para los infractores.
Así, la venta de tabaco a los menores de edad o la infracción de la prohibición de fumar en los lugares de trabajo puede acarrear la cancelación de una licencia comercial o el cierre de un establecimiento, además de distintas multas dinerarias.
Los establecimientos públicos deberán exhibir en adelante carteles con leyendas que digan "Ambiente 100% libre del humo del tabaco" y "Está prohibido fumar en lugares públicos".
Al prohibir el tabaco en los lugares de trabajo, remunerado o voluntario, el nuevo decreto considera que esto incluye también los vehículos laborales (como los medios de transporte de pasajeros), y todos los espacios existentes en un centro de trabajo, como cafeterías, pasillos, ascensores,