18AGO25 – MADRID.- ¿Qué quedará entonces de la “Venus de Milo”, de “La Victoria de Samotracia”, del “Moisés de Miguel Ángel”, de “La Montaña Mágica” de Thomas Mann o de “La Tienda” de este modesto autor. Nada de nada, solo la memoria de Dios. ¡Pobres desgraciados los que no crean en Él, pero más pobres aun los que crean pero no practiquen su liturgia!,.
Mañana por la tarde nos vamos de “La Casona del Pinar” a la gran ciudad llena de virtudes y de vicios. Me quedará siempre la memoria de su iglesia parroquial, su oficiante, el sacerdote colombiano tan elegante y esbelto, tan puntual en su enorme parecido al papa “Gregorio XIV, papa agustiniano como San Agustín, del siglo cuarto después de Cristo, y no jesuítico como el papa Francisco; aunque mi predilecto fue Benedicto XVI, el papa intelectual, teólogo, filósofo, maestro de cientos de alumnos, alemán y además aficionado como yo a tocar el piano.
Sigo teniendo un cierto atractivo hacia las mujeres, se preocupan por mí y me rodean. Para llegar a viejo hace falta estar rodeado de mujeres, pues las mujeres te cuidan y los hombres sin embargo traen las guerras y los horrores.