Especialista en Anatomía Patológica, desarrolló gran parte de su carrera en el Hospital Clínico San Carlos, donde ejerció como jefa del servicio de Anatomía Patológica desde 1983. Fue además catedrática de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, siendo la primera mujer en alcanzar dicho rango en su especialidad en España, a los 37 años.
Su labor docente y científica fue notable: dirigió 34 tesis doctorales, tres de ellas merecedoras de premio extraordinario. Publicó en torno a 130 artículos científicos y fue autora y coautora de diversos libros especializados, entre ellos el Tratado de Anatomía Patológica (1990), Citopatología respiratoria y pleural (1996), y Citología ginecológica. De Papanicolau a Bethesda (2003). También coordinó la traducción de textos fundamentales en histología como el Wheater, Histología funcional, ampliamente utilizado en la formación médica.
Juliana Fariña también dejó huella en el campo de la investigación aplicada. Desarrolló la técnica conocida como ecopsia (autopsia ecográfica), que permite realizar estudios post mortem menos invasivos mediante ultrasonido. Esta innovación la llevó a participar en conferencias y cursos internacionales en países como Alemania, Francia, Cuba, Brasil, Chile, Dinamarca, Ecuador y Portugal. Asimismo, describió una alteración pulmonar específica en personas con diabetes y diseñó un método para detectar infección por VIH en cadáveres sin necesidad de realizar incisiones.
A nivel institucional, Fariña desempeñó un papel fundamental. Fue la primera mujer en presidir el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (2000–2012) y la primera en ocupar un cargo directivo en la Organización Médica Colegial de España. Su liderazgo fue reconocido con múltiples galardones, entre ellos el Premio a la Excelencia otorgado por la Federación Española de Mujeres Directivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE).
Además de su labor académica y profesional, mostró interés por la mejora de las condiciones laborales de los médicos, tema que abordó en su obra Agresiones a los médicos: causas y cómo evitarlas (2007). También promovió el homenaje institucional a Santiago Ramón y Cajal en el 150.º aniversario de su nacimiento, reflejo de su compromiso con la historia de la medicina.
Juliana Fariña fue miembro correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina desde 1998. Su trayectoria la convirtió en una figura clave en la modernización de la medicina española, no solo desde la práctica clínica y la investigación, sino también desde la gestión, la docencia y el compromiso con los derechos y la seguridad del colectivo médico.
Su legado sigue presente tanto en el ámbito académico como en el sanitario, donde su figura representa un referente de excelencia, innovación y liderazgo femenino.
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*María del Carmen Calderón Berrocal, Dra. Historia. Ciencias y Técnicas Historiográficas, Correspondiente por Extremadura en Academia Andaluza de la Historia, Cronista Oficial de Cabeza la Vaca. Secretaria Canciller de la Asociación de Cronistas de Extremadura y miembro de la Real Asociación de Cronistas de España