Vinos tintos de Bodegas Atalaya en Almansa vinificados con garnacha tinta y garnacha tintorera. 100% varietales, y ecológicos ambos, de viñas plantadas a 700 metros de altitud. El primero, biodinámico, elaborado con frutos de garnacha tinta, y el segundo con las uvas de garnacha tintorera, la variedad autóctona que reina en la zona.
Bodegas Atalaya fue el comienzo de la aventura de la firma jumillana, Viñas Familia Gil, con las mencionadas variedades de la vecina provincia. Aquí tienen al primero de los dos jóvenes D.O.P. Almansa: LA BIEN PLANTÁ 2023. Tinto biodinámico (Demeter) de garnacha tinta, monovarietal 100%. Los viñedos fueron originariamente plantados en ecológico para posteriormente adoptar el compromiso de su conversión en biodinámico. De bonito color rojo cereza, llega enfrascado en botella borgoñona con una elegante etiqueta. Sus seductores aromas a frutos rojos anticipan la complejidad que este tinto tan joven desarrolla en boca. Es fresco, gustoso, amplio y muy largo. Su presencia perdura espacioso en copa vacía.
EL VIGÍA DE LA ATALAYA 2023. Vino tinto monovarietal procedente de los frutos de garnacha tintorera, de viñedos plantados en ecológico sobre suelos calizos situados unos 700 metros de altitud. Esta uva tinta manchega, verdadera soberana de la tipicidad de los tintos de esta tierra, hoy como ayer, son valorados por el consumidor nacional, y atrae el interés del mercado internacional alertado por la singularidad y el potencial gastronómico de la variedad tinta indígena. El Vigía de la Atalaya 2023, llega en botella bordelesa. Sugerente etiqueta que preside un vigilante búho. Vestido con muy buena capa, granate intenso. Aromas de fruta negra madura veraniega. Ciruelas negras. En el paso de boca, se aprecia la fruta desde el principio, hasta su largo y goloso final… ¿Les comenté que me han encantado este par de vinos tintos?.
(La Biodinámica es un método de cultivo respetuoso con la naturaleza. Es asumido voluntariamente por los responsables del medio rural, con el compromiso de seguir las ideas desarrolladas en 1924 por Rudolf Steiner, admitiendo que una finca debe concebirse como un organismo único. Un todo al completo. No referiré los exhaustivos mandatos de la compleja normativa agrícola biodinámica. La ampara el sello Demeter (Internacional), para la obtención de alimentos de calidad. El proceso Biodinámico, lo ampara una filosofía vital, donde la tierra - en este caso -, donde hunden sus raíces el viñedo y su entorno, debe ser tratado como un ser vivo, cuidándolo, para que nos reporte todo su potencial. Para ese fin, se deben respetar los ciclos vegetativos espontáneos de hiervas e insectos que habitan las tierras, cultivar y recolectar siguiendo el calendario lunar, abonar la tierra con estiércoles y aditivos naturales, además de algunas otras prácticas. Debo de admitir, que en las catas ciegas de Concursos de Vinos donde intervine como jurado, no tuve oportunidad de distinguir las elaboraciones ecológicas y biodinámicas del resto de vinos. No obstante, es indiscutible que en ambas modalidades de obtención de frutos sanos y saludables, el resultado final de la ecuación es de goleada. Tanto en términos de salud ambiental… y también corporal para el ser humano).
Si (
No(
