También le ha entregado la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030 a Ione Belarra, de quien ha alabado la "capacidad de trabajo y la empatía": "No me cabe duda de que este ministerio queda en las mejores manos".
"Últimamente se habla mucho de la palabra polarización; pero la verdadera polarización no tiene nada que ver con las declaraciones de dirigentes políticos, tiene que ver con la desigualdad. Es que el 1% de la población acumule tanta riqueza como el 80% restante, que haya familias que no puedan acceder a vivienda al tiempo que fondos buitres y bancos acumulan millares. La generan los desahucios, los cortes de suministros y la precariedad laboral. Los intereses de una minoría que trata de imponerse al interés general", ha dicho Iglesias en su último discurso institucional.
"Si algo hemos conseguido es afrontar esta crisis poniendo por delante el interés general", ha proseguido Iglesias, que ha asegurado que "no existe mejor garantía" de que se seguirá trabajando en esa dirección que teniendo a Díaz en la vicepresidencia y a Belarra al frente del ministerio. "Me toca seguir trabajando desde el puesto que creo que puedo ser mas útil. Ha sido un honor ser vicepresidente. Adelante, compañeras", se ha despedido Iglesias, que ha recibido una larga ovación.
Pero ha sido Iglesias el que ha recibido más alabanzas que sus sustitutas. "Todo lo logrado se lo debemos al sacrificio, a la entrega y al empeño de muchas personas, lo sé. En todas y en todos ellos nos reconocemos. Pero hay alguien a quien hoy quiero manifestar una especial gratitud. Pablo Iglesias. Que, desde la Vicepresidencia Segunda, se tropezó de frente con el ruido y con la furia, con la labor destructiva de quienes proclamaba la futilidad de nuestro esfuerzo -ha expresado Díaz-. Contra viento y marea, muy por encima de recelos y manipulaciones, Pablo Iglesias impulsó la articulación de un escudo social de derechos que es, actualmente, un ejemplo para las democracias europeas y una promesa de porvenir y de dignidad para este país. Gracias, Pablo".
"Si a alguien se lo han puesto difícil para llegar a ser vicepresidente del gobierno de España ha sido, en lo personal y en lo político, a Pablo Iglesias. A cambio creo que nuestro país muy pocas veces ha tenido sentado en la bancada azul del Congreso un hombre tan intelectualmente extraordinario, políticamente muy capaz, con unos principios democráticos muy arraigados en lo ético", ha arrancado Belarra. "Ni en los momentos más arduos, ni en los más difíciles ha olvidado de quiénes somos, de dónde venimos y qué intereses defendemos", ha dicho la nueva ministra de Iglesias antes de que se vaya a "seguir dando la batalla clave contra los enemigos de la democracia".
Belarra también se ha referido al nuevo papel que tendrá Díaz: "Va a ser mucho mejor líder aun que ministra de Trabajo". Díaz, por su parte, ha reivindicado el peso que gana en el Ejecutivo la cartera de Empleo al situarse en la vicepresidencia y ha hecho un guiño a los agentes sociales: "Gracias Unai, gracias Pepe, gracias Antonio, gracias Gerardo -ha señalado a los representantes de CCOO, UGT, y la patronal-, por la generosidad, por el esfuerzo, por vuestra voluntad compartida de encontrar soluciones y llegar a acuerdos".
En su discurso, ante la presencia de todos los ministros de Unidas Podemos y de la de Educación, Isabel Celáa, por la cuota socialista, también ha hecho alusión la "unidad" en el seno del gabinete retrotrayéndose a la gestión del año de pandemia cuando hoy se cumple un año de que el Gobierno impulsó medidas excepcionales de cobertura social y se encaminaba a la paralización total de la actividad no esencial a través del permiso retribuido recuperable, "una medida de emergencia en un contexto de emergencia, que salvó miles de vidas", ha expresado.
"Ni yo, ni ninguno de los que estábamos allí, olvidaremos nunca la preocupación, la crudeza de aquellas horas, ni la determinación que nos impulsaba: salvar vidas y salvar puestos de trabajo en medio del más dramático episodio de nuestra historia reciente -ha proseguido-. Cuando entonces y ahora, alguien, desde una tribuna, ha querido boicotear la acción de este Gobierno créanme que, ante los exabruptos, la retórica reaccionaria, la insolidaridad y la apología de tiempos peores, nos ha bastado con volver la vista a atrás. Nos ha bastado con evocar aquellos días de unidad y responsabilidad compartida en el Gobierno, para responder de la única manera posible: estábamos allí, lo hicimos y lo seguiremos haciendo. Seguiremos protegiendo a las personas, la salud, los empleos, el tejido productivo y la economía de este país".
Tanto Díaz como Belarra han hecho referencia a la desigualdad y a los techos de cristal. La nueva vicepresidenta tercera ha enarbolado, además, la bandera del feminismo y ha mencionado a las otras tres vicepresidentas: "Es un orgullo, se lo confieso, transitar, junto a Carmen, Nadia y Teresa, hacia ese horizonte pleno que el feminismo nos ha otorgado. Un feminismo inclusivo, diverso y transformador, que se alimenta de la materia misma del futuro y que configura el núcleo de una democracia mejor".
Nadia Calviño, que asume la vicepresidencia segunda que deja Iglesias aunque no ha participado en ningún acto de relevo, ha aprovechado para fijar las prioridades en la nueva etapa, aunque lo ha hecho a través de un vídeo. "Seguiré trabajando para impulsar la recuperación y atajar los desequilibrios que atravesamos desde hace décadas", ha expresado sobre su nueva responsabilidad.