Vayan por delante los nombres de los ocho integrantes del reparto: Miguel Ángel Pérez-Muñoz, José Luis Sanz, Zalo Calero, Badía Albayati (o Virginia Hernandez), Marquesa Trifaldi, Matilde Juarez (o Ana Peiró), Ana Moreno y Juan Sanz.
El episodio de Clavileño en el Quijote ha sido llevado al escenario, para representar el encuentro de Don Quijote y Sancho con los Duques, conocedores de la fama del Caballero andante, al que cuentan una historia fantaseada para que intervenga el héroe de la Mancha, ya famoso por sus hazañas. Don Quijote no se arredra y junto a su renuente escudero sube al caballo de madera, artilugio que le llevarán por las regiones del aire y del fuego, eso sí, con los ojos vendados.
La exigentes leyes de la Caballería exigen todo al Hombre de la Mancha y, de paso, a su fiel escudero,
Y todo ello con de ironía y humor como corresponde a la obra original de don Miguel de Cervantes, al tiempo que en clave de farsa para dar la consistencia adecuada a un argumento cervantino real e inverosímil al mismo tiempo.
En la representación ha una bella puesta en escena de vestuario, una danza y gestualidad muy plástica con abanicos y una danza precisa para moverse por el escenario. La expresión y gestualidad de los actores es complemento fiel con la palabra, para llevar la complicidad del espectador a la fantasía y el ensueño. La risa y algunas carcajadas brotan de inmediato.
La obra se estrenó en el Festival de Teatro Clásico de Almagro, en sintonía con la producción dramática del Siglo de Oro, aunque como dice Don Quijote estemos de una edad de Hierro: “Amigo Sancho, has de saber que yo nací por querer del cielo, en esta nuestra edad del hierro, para resucitar en ella la del oro”.
La obra suena a Cervantes en el estilo gozoso de Kouberskaya.
Algunos colegios e institutos de segunda enseñanza gozan de funciones matutinas, previo acuerdo con el teatro.