Y es que estamos rodeados de publicidad: cuando ponemos la televisión, escuchamos la radio, descargamos una simple casino app en línea para pasar el rato, o hasta cuando salimos a la calle nos la encontramos. Para poder estudiar el comportamiento del cerebro dependiendo de la publicidad, se llevan a cabo unos tests de activación a través de un software especial, al que han bautizado como Etna.
Descubre las conclusiones de los estudios de PHD
La agencia ha declarado que cuando se planifica una campaña, hay que analizar hasta el más mínimo detalle de las mismas. Los investigadores han realizado diferentes experimentos en dónde se han encargado de hacer escáneres cerebrales a voluntarios. El objetivo básico es poder determinar cuál es la parte del cerebro que se activa cuando se está en contacto con un tipo de publicidad, así como que medios pueden activarlas en mayor o menor grado.
Un buen ejemplo de ellos son los mupis publicitarios, siendo una de las más poderosas publicidad de estos tiempos. El objetivo del estilo sería determinar, por ejemplo, si un mupi es más efectivo que un cartel, que una marquesina de autobús, que un mail…
Entre las conclusiones que han obtenido hasta este momento, han descubierto que la publicidad a través de la radio es capaz de estimular la parte del cerebro que se relaciona con la memoria a corto plazo. En contraste, la publicidad que aparece en la televisión estimula la zona de la memoria a largo plazo, por lo que puede generar respuestas emocionales mucho más intensivas.
¿Cómo se ha llevado a cabo el experimento?
Han escogido a un grupo de voluntarios y han preparado la práctica eligiendo minuciosamente anuncios publicitarios disponibles en diferentes formatos. Mientras los estaban visualizando, su cerebro estaba siendo controlado con lo que se conoce como un tomógrafo de resonancia magnética. Así se podía determinar qué zona se estimulaba con que anuncio, y si existía correlación con lo que experimentaban el resto de voluntarios.
A pesar de que los estudios van por buen camino, algunos expertos se muestran un tanto escépticos sobre ellos. El argumento que dan es que las decisiones que se toman no siempre se basan en la razón, y que a veces nos dejamos guiar por una emoción o sentimiento que se produce en un momento determinado (lo que comúnmente conocemos como compras impulsivas).
Según apuntan estos expertos escépticos, existirían algunos comportamientos que nunca van a ser capaces de predecir, más que nada porque el propio usuario ni tan siquiera saber que va a reaccionar de esta manera.
Sin embargo, algunas personas piensan que este tipo de prácticas son cuestionables, ya que controlarían en cierta manera el cerebro.
Estas conclusiones nos ayudan a conocer mejor nuestro cerebro.