¿Qué es la aluminosis?
Se denomina aluminosis al deterioro del hormigón. Éste se va poniendo poroso, pierde su fuerza y queda sin capacidad para cargar peso. Este deterioro le sucede a cierto tipo de hormigón fabricado con cemento aluminoso, una mezcla muy utilizada en elementos de soporte debido a su rápido proceso de construcción y su alta resistencia.
En la actualidad, la construcción de elementos estructurales con cemento aluminoso está prohibida; sin embargo, algunas décadas atrás era muy común en España y el resto de Europa. La preferencia de este material se debía a que se fraguaba con mayor rapidez que otros productos.
Diversos edificios antiguos han sufrido importantes daños en su estructura y las inspecciones técnicas han determinado que han sido producto de la aluminosis, causante de la pérdida de resistencia mecánica.
Se manifiesta en diferentes etapas y una de las características que permiten identificarla son grandes manchas en áreas que se vuelven entre amarillentas y marrón oscuro. También suelen aparecer grietas, deformaciones, manchas de óxido y pérdida de adherencia, por ejemplo.
Esta patología, conocida como la fiebre del hormigón, se diagnostica por lo general mediante tres técnicas: una inspección visual, una prueba química o utilizando rayos X. Con la finalidad de obtener un diagnóstico más preciso es aconsejable combinar dos o todos los métodos.
En los edificios afectados por aluminosis resulta indispensable cambiar las partes afectadas, reconstruir parcialmente o, en el peor de los casos, destruir el edificio y hacer una reconstrucción total. Esto significa un alto coste, sea cual sea el caso en la reparación de hormigón.
¿A qué se debe la degradación estructural del hormigón hecho con cemento aluminoso? Este proceso ocurre porque el componente principal (alúmina) sufre una alteración de sus propiedades cuando interactúa con elementos naturales, como la temperatura y la humedad.
Zonas de riesgo de la aluminosis
Aquellos edificios construidos con cemento de alúmina en áreas cercanas al mar o en zona industriales son los que están más propensos de sufrir aluminosis con el paso del tiempo. La alta concentración de sal y otros contaminantes tienen un efecto multiplicador de las condiciones adversas de este hormigón.
No obstante, esto no significa que solo los climas mediterráneos constituyen un factor de riesgo. La aluminosis representa un problema general que puede aparecer en otras zonas, aunque requieren mayor tiempo. Han ocurrido casos también debido a filtraciones de agua constantes.
Derrumbes, desalojos, pérdida del valor del inmueble, apuntalamiento y muchas otras molestias están asociados con la aluminosis. Han ocurrido casos emblemáticos de fallos estructurales, como el estadio Vicente Calderón del Atlético de Madrid, y otros en sitios residenciales, como la demolición de 53 bloques y rehabilitación de 143 edificios en Barcelona.
Resulta de extrema importancia hacer una inspección detallada en caso de notar algún problema en el edificio, ya que esta patología del hormigón tiene la capacidad de provocar las siguientes alteraciones:
- Oxidación y corrosión de las diferentes vigas .
- Aparición de fisuras.
- Desprendimiento de áreas y deformaciones.
- Pérdida del acero que está en contacto con el cemento aluminoso.
La mejor manera de corregir este problema es la prevención. Cuando no hay corrosión, se puede aplicar impermeabilización y cambio de conducciones en peligro de fuga en edificios hechos con este hormigón para que la humedad no provoque la temida aluminosis.
Si (
No(
