Médico, escritora y fotógrafa, Elena Martín es una mujer singular, señaló la presentadora Carlota Cuesta. El libro es una historia de amor de profesor y alumna, en tiempos de dificultades durante el franquismo, ilustrada con la correspondencia facsímil de las cartas de Ramón Barce Benito (1928-2008) y el texto de Elena Martín, quien recuerda todos sus avatares de un amor no siempre fácil. “Elena fue la mujer que le dio a Ramón entusiasmo creativo”, señaló Carlota Cuesta. Una historia de amor con diferencia de edad y avatares muy complejos.
José Luis Téllez, musicólogo, profesor y narrador, señaló que el libro Llego sábado 23 es una novela epistolar, pero podría leerse sólo como ficción, ya que contiene una parte literaria y otra visual de fotos y recuerdos que inquietan la lectura o contradicción entre unas cartas reales y facsímiles y un texto literario que “bien pudiera ser fabulado”.
La autora, Elena Martín aclaró que si no puso sus propias cartas en facsímil fue porque su letra resultaba ilegible y no hubieran facilitado la comunicación con el lector.
Téllez recordó la gran contradicción entre la ficción que debe ser verosímil para ser creíble y la realidad que no necesita esa verosimilitud por se ha producido. “El arte está llamado a pagar una cuota de verosimilitud”, dijo. En el libro de Elena Martín se produce el efecto realidad, como el señalado en el cuento de Gustave Flauvert, al aparecer los “elementos discordantes” de las fotos que atestiguan la historia, cuando el lector la estaba leyendo como ficción. El libro tiene cierta naturaleza de collage o novela gráfica por la abundancia de fotos y dibujos. Se prepara una tercera edición.
Álvaro Zaldivar, musicólogo y filósofo, dijo que en el libro Llego sábado 23 hay siete libros diferentes, que van desde una historia de amor en la que se percibe como Elena hizo volver a nacer a Ramón Barce, con su amor y alegría, con una pareja abierta a la vida y a los amigos, hasta una crónica de 40 años, desde 1968 en que se conocieron hasta 2008.
El libro es un diario de Elena, que va contando su vida y dificultades en siete años sin Ramón Barce; una novela epistolar, quizás la última en medio de una comunicación de wassapps y de Internet; una documentación muy variada de un tiempo en el que no faltan escenas líricas y melancólicas como los últimos billetes de tren amarillos, telegramas, entradas de teatro de los 70, fotos con los primeros biquinis...; una crónica de un país muy cambiante en sus costumbres y, finalmente, una lección de edición, pues el libro está muy bien maquetado por Carlota Cuesta y por Charo Rincón, con dibujos preciosos del pintor académico Manuel Alcorlo, presente en la presentación, junto a su esposa Carmen Pagés.
Entre los asistentes, la pintora Concha Hermosilla, Carmela Saro, Paz Muro; los escritores Ignacio Gómez de Liaño, Gianna Prodan o Encarna Pisonero y la galerista Ra del Rey.
La escultura de Paz Santos en la galería era un buen espacio artístico para presentar el libro Llego sábado 23. Una escultura en madera, en la que se pone de manifiesto el oficio y el arte al mismo tiempo, con una fuerte capacidad poética.