“Este tema nos ha convocado a la máxima atención de las autoridades. César Hinostroza es hoy un delincuente fugado de la justicia y tenemos que poner todo el esfuerzo de capturarlo y traerlo aquí para que sea procesado como corresponde en el poder judicial y que sea sentenciado con la mayor severidad por los delitos que ha cometido”, informó tras la captura el presidente Martín Vizcarra.
Hinostroza, que presidía la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de Perú, era el juez de mayor entidad de "Los cuellos blancos del puerto", como se conocía a una amplia red de tráfico de influencias, favores y prevaricación de la que también participaban políticos y empresarios.
El escándalo saltó al publicarse una serie de grabaciones telefónicas en las que se escucha a Hinostroza negociar prebendas y favores, como en una conversación donde ofrece la absolución para el violador de una niña de 11 años.
Esa conversación, en la que Hinostroza, miembro de la máxima corte jurisdiccional del país, negocia una resolución sobre la violación de una menor, fue una de las decenas de grabaciones que marcaron la caída en desgracia del jurista y expusieron ante una atónita opinión pública peruana una red de criminalidad inserta en el Poder Judicial, con contactos y relaciones muy estrechas con la política.
El caso provocó la destitución por completo del Consejo Nacional de la Magistratura y de gran parte de los jueces de la Corte Superior de Justicia del Callao.